El presidente Javier Milei confirmó su intención de aplicar un “veto total” a la Ley de Financiamiento Universitario, recientemente sancionada por el Senado. Este movimiento generó un amplio debate en el ámbito político y educativo en Argentina.
Leer más: Diputados ratificó el veto de Milei a la ley jubilatoria
La Ley de Financiamiento Universitario fue aprobada por el Senado en la madrugada de este viernes 13 de septiembre después de haber recibido media sanción en la Cámara de Diputados. Esta legislación propone:
- Aumento presupuestario: Incrementa los recursos destinados a las universidades nacionales para garantizar su funcionamiento.
- Mejoras salariales: Incluye aumentos para docentes y personal no docente.
El veto de Milei se alinea con su postura anterior respecto a otras iniciativas legislativas, como la ley de movilidad jubilatoria.
En un mensaje en redes sociales, el presidente reafirmó su decisión, indicando que la “última palabra” sobre la ley recaía en él. Esta decisión fue respaldada por el oficialismo, que argumentó que el aumento del presupuesto universitario comprometería el objetivo de alcanzar un “superávit fiscal”
Si se concreta el veto presidencial, las universidades nacionales se verían afectadas de manera significativa, ya que perderían un presupuesto de $738.595 millones que la norma sancionada había previsto. Esto podría tener varias consecuencias:
- Impacto en la educación superior: La falta de recursos podría afectar la calidad de la educación y la investigación en las universidades.
- Reacciones políticas: Se anticipan respuestas tanto de la oposición como de sectores académicos que podrían movilizarse en defensa de la ley.
- Debate sobre el fiscalismo: La decisión de Milei reaviva el debate sobre la necesidad de equilibrar el presupuesto con la inversión en educación.
El veto total a la Ley de Financiamiento Universitario por parte de Javier Milei marca un punto crítico en su gestión y en la política educativa del país. La situación sigue evolucionando y será crucial observar las reacciones de los distintos actores involucrados en este debate. La educación superior en Argentina enfrenta un futuro incierto, y las decisiones que se tomen en las próximas semanas tendrán un impacto duradero en el sistema educativo.