JUJUY A DIARIO

El colectivo trans y la difícil lucha por la reparación de los derechos vulnerados durante años

El colectivo trans en Jujuy indica que es necesaria una integralidad en las políticas públicas, con un rol activo del Estado en la reparación de los derechos vulnerados durante años. 

Si bien la Argentina posee un marco legislativo de vanguardia, ciertos grupos y
colectivos aún encuentran obstáculos a la hora de ejercer sus derechos consagrados en salud, trabajo, educación, entre otros.

Puede ser una imagen de una o varias personas y al aire libre

Uno de los temas que más le urge al colectivo es la aprobación de la Ley Lourdes en Jujuy. Esta impulsa la adhesión a la ley nacional N° 27636 que garantiza un mínimo del 1 % de la totalidad de los cargos y contratos para personas travestis, transexuales y transgénero.

“Lo que se dictó para reparar la desigualdad estructural que existe en la sociedad no se está cumpliendo en la provincia, son muchas las que continúan trabajando en la calle, pero las marchas no cesan porque queremos que las futuras generaciones no padezcan todas estas situaciones”, indica Johana Gómez, referente de la “Fundación Damas de Hierro”.

“Muchas de las que trabajan en la calle no lo hacen por elección propia sino por necesidad, tenemos que tener un poco de empatía con el otro y saber cuál es la situación que la llevó a eso. Pero también la realidad es que para nosotras trabajo no hay, por pensar diferente o por nuestras elecciones sexuales, deciden cerrarnos las puertas”, agregó.

Se estima que hay alrededor de 150 mujeres trans en Jujuy

Dato de la Fundación Damas de Hierro

En cuanto al acceso a la salud y vivienda explicó que tampoco encuentran soluciones, “en la calle no se la pasa bien, trabajan tomando frío y sufren. Si se enferman sufrimos malos tratos y no nos quieren ni colocar vacunas antigripales. Tampoco tenemos el acceso a una vivienda; todo esto es duro, te cansa tocar puertas y que nadie escuche”.

Sin embargo, exclamó que su lucha es inalcanzable, que de las compañeras que ya no están seguirán pidiendo que dejen de bloquearles los derechos, “seguimos pensando y analizando en derechos de inclusión para dejar de ser discriminadas por el sistema. Desde el ámbito familiar sufrimos violencia psicológica y física, por lo que queremos ser escuchadas y los legisladores tomen cartas en el asunto”, finalizó.

Lourdes Ibarra: Impulsó la Fundación Damas de Hierro y luchó hasta su muerte por el cupo laboral trans

40 años menos de vida: El precio de ser una misma

Las mujeres trans son el grupo poblacional más vulnerado de Argentina. 40 años de vida es el precio que pagan por ser ellas mismas: su ciclo vital ronda los 37 años, mientras que el del promedio de la población es de 77. ¿Qué factores explican que las mujeres trans vivan la misma cantidad de años que una persona en la Edad Media?

La respuesta está en la identidad como factor de exclusión, indica el informe realizado por el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), organización independiente, apartidaria y sin fines de lucro que trabaja por un Estado justo, democrático y eficiente que mejore la vida de las personas.

En la inmensa mayoría de los casos, a la expresión de su identidad de género le sigue el destierro de la sociedad. La frontera que se atraviesa es la de la normalización cis-sexual, y el territorio al que ingresan es el estado de naturaleza hobessiano. El Estado deja de ser garante de derechos y, muchas veces, se transforma en verdugo. Las trayectorias de las mujeres trans en Argentina son la cristalización de vulneraciones acumuladas: a la expulsión del seno familiar y del sistema educativo le siguen las dificultades para obtener un empleo en condiciones de trabajo decentes, la persecución policial, la violencia sin reparaciones, y la falta de acceso a servicios sanitarios y sociales esenciales.

En la esfera educativa, si bien las investigaciones reflejan un avance durante los últimos 15 años, más del 60% no ha terminado el ciclo secundario:

Tasa de egreso de nivel secundario en Argentina

Fuente: ATTA-Huésped 2014, Ministerio de Educación de la Nación, 2020

Esta brecha del 20% con el promedio de la población es el resultado de la exclusión sistemática ejercida sobre las mujeres trans: el 70% de ellas reporta haber abandonado la escuela secundaria debido a la estigmatización por parte de otros alumnos y/o autoridades. A este factor, se le suma la habitual –y generalmente mediada por la violencia- expulsión temprana del hogar. Sin un sostén familiar y en un contexto signado por la exclusión, la deserción escolar se torna frecuente.

La imposibilidad de ejercer sus derechos ciudadanos también se materializa en su situación laboral. Las mujeres trans poseen empleos precarios y de elevada inseguridad, con una informalidad que, en casi todas las investigaciones, se estima alrededor del 80%:

Informalidad laboral en Argentina

Fuente: Informe de ATTA, Huésped, 2014, y informe técnico de OIT, 2020.

Esta incidencia más de un 40% mayor de la informalidad está significativamente ligada a los bajos niveles educativos alcanzados y a la barrera que suponen el estigma y la discriminación: el 54% de las mujeres trans ha manifestado que se les negó un trabajo por su identidad. Dentro de las fuentes de generación de ingreso, se destaca por encima del resto la del trabajo sexual.

El acceso a la salud integral, derecho de rango constitucional reforzado en el artículo 11 de la Ley de Identidad de Género, es uno de los ámbitos en donde las mujeres trans encuentran más vulneraciones. La exclusión de la esfera educativa y la inexistencia de un sostén familiar reducen las probabilidades de acceder a un empleo formal en un país, como Argentina, en donde el acceso a la salud y la protección social está muy condicionado por la inserción laboral.

Este cúmulo de circunstancias colocan a las mujeres trans en condiciones de salubridad críticas.  Según datos oficiales del Ministerio de Salud, la prevalencia del VIH entre mujeres trans es del 34%, mientras que para el promedio de personas jóvenes y adultas es del 0.4% (MSAL, 2018). A su vez, otra área de la salud en la que ven vulnerados sus derechos se relaciona con la construcción de su identidad de género: pese a que la Ley sancionada en 2012 plantea la obligatoriedad de la cobertura de los tratamientos hormonales, apenas el 20% de ellos se realizan bajo supervisión médica. Este incumplimiento sistemático del derecho a la salud integral -caracterizado por la falta de acceso a chequeos médicos, tratamientos hormonales y de enfermedades-  explica, en gran medida, los 40 años de vida con los que pagan las mujeres trans por su identidad.

Romina Reader expresó diferencias con organizaciones de LGTBQ+ y con los organismos estatales

Romina Reader, una de las personalidad más conocidas de la comunidad trans, expresó en redes las diferencias con quienes llevan adelante organizaciones de LGTBQ+ y con los organismos estatales.

“En Jujuy a las chicas trans las organizaciones de LGTBQ+ no nos protegen sino que nos excluyen. Muchas están en situación de calle y nadie hace nada, basta de decir que defienden a todos”

Romina Reader es una reconocida mujer trans de nuestra ciudad capital. Desde hace muchos años, desde sus redes sociales se hizo conocer y gran número de jujeños y jujeñas la siguen en ellas. Allí ella cuenta su vida, sus experiencias y desde hace algún tiempo comenzó a contar el proceso médico, los trámites con la obra social y sus estados de ánimo frente a la decisión más importante de su vida: La cirugía de cambio de sexo.

Luego de una lucha muy larga, logró acceder a la cirugía de cambio de sexo en la provincia de Buenos Aires.

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