Un 29 de junio como hoy, la Selección Argentina escribió una página gloriosa que quedó grabada a fuego en el corazón de todo un país.
Hace exactamente 39 años, el domingo 29 de junio de 1986, Argentina se consagraba campeona del mundo por segunda vez en su historia. Fue en el estadio Azteca de México, donde la celeste y blanca venció 3 a 2 a Alemania en una final inolvidable que tuvo a Diego Armando Maradona como figura absoluta y a un equipo inolvidable que se metió en la memoria colectiva del pueblo argentino.
Aquel Mundial comenzó con pocas expectativas. El equipo dirigido por Carlos Salvador Bilardo no llegaba como favorito y las dudas sobre su rendimiento estaban a la orden del día. Pero partido tras partido, la Selección fue creciendo: le ganó a Corea del Sur, empató con Italia, venció a Bulgaria y en octavos eliminó a Uruguay. Sin embargo, el momento cumbre fue el mítico duelo ante Inglaterra, cuando Diego inmortalizó “la mano de Dios” y el “gol del siglo”. El envión siguió en semifinales con el triunfo sobre Bélgica, y así llegó la ansiada final.
El 3-2 contra Alemania fue tan sufrido como épico. José Luis Brown, Jorge Valdano y Jorge Burruchaga marcaron los goles de una victoria que fue mucho más que deportiva: fue un desahogo, una reivindicación y una celebración nacional. Maradona, capitán y alma del equipo, levantó la copa con apenas 25 años, mientras millones de argentinos festejaban en las calles. Fue el día en que todo un país volvió a creer en los milagros, el día en que el fútbol nos abrazó para siempre.