Laura LozanoUn reencuentro entre un hombre y su perro en plena unidad coronaria inspiró un protocolo que ahora busca humanizar los tratamientos médicos más complejos.
En un gesto que combina medicina y humanidad, el Hospital Clínico de la Universidad de Chile puso en marcha un protocolo que permite a pacientes en estado crítico recibir visitas de sus mascotas. La medida apunta a mejorar el bienestar emocional de los internados, integrando el vínculo afectivo con los animales como parte del proceso de recuperación.
La iniciativa tomó forma luego del emotivo reencuentro entre don Carlos, un paciente de 80 años internado en la unidad coronaria, y Toby, su perro. El caso movilizó al personal médico y fue el puntapié para oficializar lo que hasta ahora solo ocurría en situaciones excepcionales: autorizar visitas breves y controladas de mascotas bajo estrictas condiciones sanitarias y clínicas.
Para que la visita ocurra, el protocolo exige una evaluación médica que determine si el estado del paciente lo permite, además del cumplimiento de requisitos veterinarios como vacunación al día, baño previo y conducta no agresiva del animal. La estadía se limita a un máximo de 60 minutos y se realiza con supervisión permanente del equipo de salud.
“El objetivo es humanizar el cuidado, especialmente en estadías prolongadas o en contextos difíciles como el fin de vida”, explicó el médico intensivista Carlos Romero, quien participó en la elaboración del protocolo. Según el especialista, el contacto con animales puede disminuir el estrés, la ansiedad y el sentimiento de aislamiento, favoreciendo la recuperación y el ánimo del paciente.
Detrás de la medida hay un trabajo interprofesional que incluye a médicos, enfermeros, terapeutas ocupacionales y el comité de control de infecciones del hospital. Todos coinciden en lo mismo: en momentos de vulnerabilidad extrema, a veces una caricia conocida puede ser tan potente como un medicamento.
Jujuy A Diario
Andrea M. Cabrera
