Tu perro te lame la cara por esta tierna y sorprendente razón, según la ciencia

Ese gesto baboso que a veces evitamos podría tener raíces más profundas de lo que imaginás.

Si convivís con un perro, probablemente ya estés acostumbrado a sus demostraciones de afecto que, a veces, pueden incluir una buena lamida en la cara. Aunque para muchos humanos esto resulte un tanto incómodo o directamente desagradable, lo cierto es que tiene un trasfondo emocional y evolutivo que lo hace mucho más significativo.

Según explicó la doctora Emily Blackwell, especialista en comportamiento animal de la Universidad de Bristol, este gesto viene de muy atrás en la historia de los canes. Lamer el rostro no solo funciona como una forma de saludo, sino también como una especie de “piropo perruno”. Es decir, un cumplido canino que busca reforzar el vínculo social con su humano preferido.

Pero hay más. Blackwell también sugiere que este comportamiento tiene raíces en la etapa más temprana de la vida perruna: cuando los cachorros lamen a su madre para saludarla y también para estimularla a regurgitar comida. Sí, suena asqueroso, pero en el mundo animal tiene todo el sentido. De hecho, muchos perros adultos mantienen este tipo de acciones porque, en contextos domésticos, conservan ciertos comportamientos infantiles durante toda su vida.

Para quienes no disfrutan del “besito perruno” al volver del trabajo, hay soluciones sin castigos ni disgustos. Los expertos recomiendan redirigir el saludo hacia otras partes del cuerpo, como la mano. “Cubrí tu cara con la mano y, si te lame ahí, premiá ese comportamiento”, aconsejan. Así, tu perro seguirá saludándote con entusiasmo pero sin invadir tanto tu espacio personal.

En definitiva, esa lamida sorpresa no es solo una demostración de cariño, sino también un rastro de miles de años de convivencia entre perros y humanos. Una mezcla de instinto, ternura y una pizca de asquito que, para bien o para mal, ya es parte de la rutina de muchos hogares.