La serie coreana que volvió a capturar la atención mundial sigue la exitosa línea de “Squid Game.
En la última década, los productos culturales llegados de Corea se hicieron populares. Psy y su gangham style, la banda pop de adolescentes BTS, el Oscar para el filme Parasite y la más reciente, la serie El juego del calamar, son algunos de los ejemplos de la nueva ola de éxitos llegados desde el país asiático.
Netflix acaba de subir un nuevo título el pasado 19 de noviembre a su listado de series. Se trata de Rumbo al infierno (Hellbound su nombre en inglés), que logró ser tan perturbadora como El juego del calamar y que logró en menos de una semana colocarse en el puesto número dos de los títulos más vistos.
La serie creada por Yeon Sang-ho, creador de Train To Busan (Tren a Busan), tiene seis episodios con una duración entre 45 y 50 minutos y está basada en una webtoon que consiste en una historieta digital creada en Corea del Sur que se publica con una sola imagen vertical, ideal para poder verla en los teléfonos móviles. De hecho, esos dispositivos van a ser claves en la historia, ya que los espectadores de estas tremendas muertes van a grabar todo como si se tratara de un video de ficción. ¿Hasta dónde la tecnología puede ayudar a que se generen este tipo de situaciones?
La historia de esta nueva propuesta parte de un suceso sobrenatural. Fuerzas malignas con forma de monstruos gigantes eligen a personas al azar y les informan cuánto tiempo de vida les queda. Estos monstruos aparecen con “misiones especiales” para matar a los condenados a través de una quema brutal.