En desacuerdo con la estrategia utilizada por el Gobierno para acordar con el Fondo Monetario Internacional la reestructuración de la deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri, Máximo Kirchner renunció a la presidencia del bloque del Frente de Todos en la Cámara de Diputados. De esta manera, explicitó que el kirchnerismo duro no avala lo anunciado por Alberto Fernández el último viernes.
“He tomado la decisión de no continuar a cargo de la presidencia del Bloque de Diputados del Frente de Todos. Esta decisión nace de no compartir la estrategia utilizada y mucho menos los resultados obtenidos en la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), llevada adelante exclusivamente por el gabinete económico y el grupo negociador que responde y cuenta con la absoluta confianza del Presidente de la Nación, a quien nunca dejé de decirle mi visión para no llegar a este resultado”, comenzó el comunicado del diputado nacional.
A continuación, aclaro que permanecerá “dentro del bloque para facilitar la tarea del Presidente y su entorno”, aunque consideró que “es mejor dar un paso al costado para que, de esa manera, él pueda elegir a alguien que crea en este programa del Fondo Monetario Internacional, no sólo en lo inmediato sino también mirando más allá del 10 de diciembre del 2023″.
En el escrito, Máximo Kirchner recordó que en 2018 “Mauricio Macri trajo de regreso a la Argentina al FMI”, al que Néstor Kirchner había logrado “desterrar” a través de la cancelación de una deuda de 9.800 millones de dólares. En esa misma dirección, opinó que el organismo es el “detonante clave en cada crisis económica desde la vuelta de la democracia”. “Sabíamos que este sería el problema más grande para nuestro país. Sobre todo por la magnitud y excepcionalidad del préstamo que alcanzara los 57.000 millones de dólares (casi 6 veces el monto cancelado en el año 2005) y del cual se desembolsaron 44.500 millones de dólares en sólo un año, perdonando, además, todos y cada uno de los incumplimientos del Gobierno de Macri y violando su propio Estatuto constitutivo. Macri tenía que ganar la elección”, afirmó el ahora ex titular del bloque oficialista.
“El FMI demuestra que lo importante no son las razones ya que sólo se trata de fuerza. Quizás su nombre debiera ser Fuerza Monetaria Internacional. Y como veo que siempre se interesan por los gastos, podrían ahorrar en economistas caros ya que para hacer lo que hacen sólo basta con gente que sepa apretar prometiendo el infierno si no se hace lo que ellos quieren”, continuó Máximo.
Y enseguida volvió a fundamentar su decisión: “Sería más que incorrecto aferrarse a la Presidencia del Bloque cuando no se puede acompañar un proyecto de una centralidad tan decisiva en términos del presente y los años que vendrán. Algunos se preguntarán qué opción ofrezco. En principio, llamar a las cosas por su nombre: no hablar de una dura negociación cuando no lo fue y mucho menos hablar de ‘beneficios’. La realidad es dura. Vi al presidente Kirchner quemar su vida en este tipo de situaciones”
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