Los martes de Carnaval, en Jujuy, son “Martes de Chaya” una jornada donde se agradece a la Pachamama por todo lo logrado en el último año.
Tradicionalmente, en los pueblos andinos, durante este martes, se pide una buena siembra y una buena cosecha, agradecen por todas las cosas nuevas materiales, como casas, autos y otros elementos que costaron trabajo conseguir.
En nuestra provincia, en un pozo en la tierra adornado con serpentinas y papel picado, muchísimas familias lo llenan de comida, bebidas, hojas de coca y cigarrillos. Tras ello, se sahúman y chayan todos esos bienes materiales -casas, autos, motos- como agradecimiento y protección.
Para el sahumado, que es una manera de pedir la bendición de Dios y la Tierra, se coloca sobre brasas, cuando empieza a despedir humo se debe circular por toda la casa, dentro y fuera de los vehículos, para que esa protección llegue a todos.
El sahumerio, alguna bebida alrededor de lo que se está chayando, y luego cubrir con serpentina, papel picado y talco.
En las localidades de la Quebrada las comparsas chayarán los mojones pidiendo que el Carnaval siga su curso sin complicaciones y nuevamente le piden permiso a la Pachamama para seguir la celebración.
El “martes de chaya” marca el cierre del Carnaval Grande. El miércoles de Ceniza dará inicio a la Cuaresma de la iglesia católica y el fin de semana siguientes celebrarán el Carnaval Chico con el entierro del Pujllay, que permanecerá “dormido” hasta el Carnaval siguiente.