Un concurso ambiental unió a niños, docentes y fauna autóctona en una experiencia inolvidable.
Estudiantes de la Escuela N° 138 “Pedro Ortíz de Zárate”, de Palma Sola, fueron los flamantes ganadores del concurso “Buscando nombre para la tapir”, una propuesta del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático que buscó conectar a las infancias con el cuidado de la fauna silvestre. El premio llegó gracias a una idea tan creativa como simbólica: “Killa”, que en quechua significa “Luna”, fue el nombre elegido para el animal que pronto volverá a su hábitat natural.
La iniciativa, que también convocó a escuelas de El Fuerte y Villamonte, se enmarca en un programa de conservación que lleva adelante la cartera ambiental junto con Fundación Rewilding, el Ecoparque porteño y la Reserva Ecoportal de Piedra. La tapir, rescatada en 2019 y al cuidado del CAFAJu desde entonces, será liberada en la zona donde alguna vez habitó libre. Con su nombre, ahora, llevará consigo una marca cultural y afectiva que representa a toda una comunidad educativa.

La entrega del premio —un parlante con micrófono para uso institucional— estuvo a cargo de las funcionarias Ana Rodríguez y Malvina Quintana, quienes llegaron a la escuela para felicitar a estudiantes, docentes y familias. “El entusiasmo de los chicos fue conmovedor, se nota el compromiso por cuidar lo nuestro”, expresaron durante la visita.

Además de compartir el saludo de la ministra María Inés Zigarán, las autoridades destacaron el rol clave que juegan las infancias en la protección del ambiente. “Este tipo de acciones forman parte de una política pública que entiende que conservar también es educar”, enfatizaron. El momento se vivió con alegría, abrazos y mucho orgullo por parte de toda la comunidad escolar.
Con este concurso, no solo se nombró a un animal que vuelve a la libertad, sino que también se reconoció el valor de la educación como herramienta de transformación ambiental. “Killa” ya tiene nombre, historia y un grupo de niños que dejará huella en su camino de regreso al monte.