Un domingo random, desayuno en familia, llega un mensaje de Lionel Messi a su celular para encargarle un producto. Suena a delirio, pero esta escena fue real para Federico Bresciani. “Hola, ¿cómo estás? Soy Leo, disculpá que te joda, me recomendó Otamendi y me gustaría mandar a hacer un mate”, le escribía al dueño de Bresciani Platería Criolla el mejor jugador del mundo, con esa simpleza que lo caracteriza.
Federico, un uruguayo que lleva una década fabricando mates y bombillas personalizadas para infinidad de futbolistas (incluido Messi, al que el primero le llegó gracias a un regalo de Luis Suárez, y tenía el nombre de su familia, el escudo del Barcelona y la bandera de su país) y celebridades (presidentes, reyes, cantantes y actores) no caía. Pensó que era una joda. Tuvo que leer tres veces el texto, pellizcarse y hasta creyó que se trataba de otro jugador albiceleste: “Pensé que era Leo Paredes, pero lo primero que hice fue mirar la foto y vi que era él.

Es el mejor domingo de mi vida’, le dije a mi mujer”, repasó Federico con la felicidad pintada en la cara.
Al igual que Mirtha Legrand, sintió que su marca daba suerte porque la Pulga encargó ese mate días antes de viajar a Qatar y finalmente pudo levantar la tan ansiada Copa del Mundo con Argentina en 2022. La noche que salieron campeones, Federico estaba en un asado con amigos y pensó ‘hay que hacerle un regalo’. Fabricó una bombilla con las tres estrellas (por las conquistas mundialistas de Argentina), se la envío y el campeón se tomó un tiempo para agradecerle. Desde entonces, Messi mandó a hacer nueve mates para obsequiar a sus allegados: “Me deja contento porque encontró que es un lindo regalo”, se enorgullece Federico.
Prefiere no decir precios, pero asegura que no hay canje y que le cobra lo justo. Aunque sacar rédito de esto era inevitable. Es que todo lo que Messi toca es oro y estos mates no han sido la excepción. Compartir en las redes sociales de Bresciani foto y video de la Pulga con el mate -con previa autorización del futbolista- y hashtag mediante fue un gol de media cancha. “Cayeron miles de mensajes y de esos capaz que el 1 % te pide un mate similar. Pero lo que subió la cantidad de seguidores fue impresionante”, reconoce quien tuvo la dicha de conocer a su ídolo 20 días atrás. Y agrega entusiasmado: “Con la repercusión de hacerle el mate, que le saque alguna foto y nos siga en Instagram ya somos felices”
Trabajo
Cada mate en oro y plata es una obra de arte y un desafío: “Los detalles se hacen línea por línea, de forma manual, nada es a máquina. Le ponemos mucho cariño y cabeza a cada pieza, para que la persona se vaya con lo que pensó, porque el mate te acompaña todos los días. La idea es que vuelvan y nos recomienden, por algo nos mantenemos hace 100 años”, subraya Federico. El Cebolla Rodríguez descubrió la platería en 2013. Llamó por teléfono para encargar un cuchillo y no dijo quién era. Federico lo supo cuando vio que su casilla de mail era Cebo Rodríguez. A través de él, llegó Diego Godín: Se acercó a la platería a elegir un mate para un amigo francés que resultó ser Antoine Griezmann. Godín mandó a hacer otro para él, y el boca a boca surtió efecto en la selección: han pedido mates Suárez, Edinson Cavani, Fernando Muslera, el Mono Pereira, Josema Giménez, Nicolás Lodeiro, Darwin Núñez, Ronald Araújo, entre otros.
“La gran mayoría me pedía directo por mensaje y yo se los llevaba o pasaban por acá”, cuenta Federico. Y aclara que el único que encargó siempre vía intermediarios fue Suárez: Hizo tres para él y le regaló dos a Messi. También tienen su mate Otamendi, Lautaro Martínez y hace poco le encargó dos Aréola, el arquero francés del West Ham que jugó con Cavani en el PSG. Luis Lacalle Pou y su padre son fieles clientes, al igual que lo era Jorge Larrañaga. “Le hemos hecho a Mujica y a Tabaré Vázquez por regalos y les han llegado”, dice Federico.
Con información de El País de Montevideo – El Once