Este viernes, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) dará a conocer el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de febrero 2025, un dato que se espera sea crucial para entender la evolución económica del país. Los analistas prevén que la inflación mensual podría ubicarse por encima del 2 %, impulsada principalmente por el aumento en los precios de los alimentos, especialmente la carne, que experimentó un incremento superior al 7 %. Este aumento en los precios de los alimentos ha sido un factor determinante en la aceleración de la inflación durante el mes de febrero.
En enero de 2025, la inflación interanual se ubicó en un 2,2 %, lo que representó el nivel más bajo en casi cinco años. Sin embargo, tras una desaceleración en diciembre, los expertos anticipan que febrero podría mostrar un ritmo inflacionario superior al del mes anterior. El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central estimó que la inflación de febrero rondaría el 2,1 %, aunque algunos analistas ajustaron sus proyecciones hacia arriba. Las consultoras como Eco Go, Fundación Libertad y Progreso, y Equilibra han ofrecido estimaciones que van desde el 2,3 % hasta el 2,7 %
La inflación interanual en Argentina ha mostrado una tendencia a la desaceleración, alcanzando un 66,7 % en febrero, lo que marca la décima desaceleración consecutiva y la segunda por debajo del 100 %. Este contexto de desaceleración interanual es importante, ya que refleja un cambio en la dinámica inflacionaria del país. Sin embargo, la variación mensual sigue siendo un desafío, especialmente debido a la presión de los precios de los alimentos.
El dato de inflación de febrero tendrá un impacto directo en las jubilaciones y pensiones que paga la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). Según la nueva fórmula de movilidad, los aumentos para las jubilaciones y pensiones se basan en el IPC de dos meses atrás, lo que significa que el dato de febrero influirá en los haberes de marzo, que se cobrarán en abril de 2025. Por lo tanto, la expectativa sobre este dato es alta, no solo por su relevancia económica general, sino también por su efecto directo en la vida de millones de personas que dependen de estas prestaciones sociales.