Un debut histórico, un golazo y el alma de Dibu para sostener la victoria: la Selección no necesitó de Messi para dejar su huella en Santiago.
La Selección Argentina volvió a pisar fuerte en suelo chileno y se llevó un triunfo ajustado pero valioso por 1-0 ante una Roja que quedó tambaleando en su sueño mundialista. El Estadio Nacional fue testigo de una actuación sólida del equipo de Lionel Scaloni, que encontró el gol rápidamente en el primer tiempo y luego supo aguantar los embates del local con oficio y una figura que no falla: Emiliano “Dibu” Martínez.
A los 16 minutos del primer tiempo, una combinación quirúrgica entre Thiago Almada y Julián Álvarez terminó en una definición exquisita del Araña, que sacó un zurdazo cruzado imposible para el arquero chileno. El gol no solo marcó el rumbo del partido, sino que desarmó el planteo de un Chile que intentó reaccionar, pero no encontró los caminos. Por el contrario, Argentina manejó los tiempos y mostró su riqueza de recambio sin necesidad de tener a Messi desde el arranque.

El ingreso del capitán fue apenas un condimento más en un partido donde la gran sorpresa fue otro nombre propio: Franco Mastantuono. El juvenil de River, con solo 17 años, hizo su debut oficial con la camiseta mayor y rompió un récord de precocidad. Ingresó en los minutos finales y, aunque tuvo poca acción, se ganó los elogios del cuerpo técnico y sus compañeros. “Es un crack, tranquilo y con personalidad”, lo definió Álvarez tras el partido.

Chile, en cambio, terminó la noche con pocas luces. La derrota lo dejó dependiendo del repechaje para soñar con el Mundial 2026, y los cambios de Gareca no lograron torcer la historia. Alexis Sánchez y Vidal, íconos de la generación dorada, dejaron la cancha sin poder cambiar el rumbo de una Roja que no encuentra su mejor versión. El público se fue con más dudas que certezas y el clima se cargó de resignación.
Con esta victoria, Argentina sigue firme en las Eliminatorias y reafirma que el recambio está más vivo que nunca. Entre goles que valen oro, personajes que hacen historia y un arquero que siempre aparece en el momento justo, la Scaloneta demostró que tiene nafta para rato.