Arriesgaron su vida en las guerras para entregar mensajes, y han salvado a muchas personas en emergencias. Pero hace más de 100 años, las palomas también se utilizaron para capturar algunas de las primeras fotos aéreas.
Hoy en día una foto aérea no nos impresiona, ya que un dron puede hacer capturas. Pero hace un siglo, las fotos aéreas eran un logro al alcance de muy pocos. Prácticamente desde que se inventó la fotografía, los expertos han intentado capturar imágenes desde el aire.
Pero en 1907, una paloma perdida que regresó extrañamente bien alimentada animó al farmacéutico alemán Julius Neubronner a desarrollar una cámara para palomas: en principio utilizaba a los animales para entregar medicinas urgentes. En una ocasión se perdió una de ellas, y el farmacéutico sintió curiosidad por saber dónde había estado, así que se le ocurrió desarrollar una cámara para palomas, con las que tomaría fotos aéreas.
Hoy en día parece una tarea sencilla, hay cámaras del tamaño de un grano de arroz. Pero en esa época, las cámaras de fotos eran como una caja de zapatos, pesadas y muy delicadas. Por eso, tuvo que miniaturizar una cámara con materiales ligeros hasta conseguir que pesase menos de 75 gramos. La colocó en una placa de metal que sujetó a una paloma con un arnés. La soltó a 100 kilómetros de casa, y así capturó sus primeras fotografías aéreas.
Para hacer las fotos usaba un inteligente sistema neumático: una goma hinchada iba soltando el aire poco a poco, y cuando se desinflaba por completo liberaba el obturador y hacía la foto.
Era completamente al azar, ya que era imposible decirle a la paloma por dónde tenía que volar, o calcular cuándo se tenía que abrir el obturador para hacer una buena foto. A lo largo de los años perfeccionó su método y diseñó minicámaras que podían hacer hasta 15 fotografías, e incluso algunas con dos lentes para capturas fotos opuestas, y hasta fotos en 3D.
Se hizo famoso en los concursos de fotografía, en donde ganó varios premios. Su invento interesó a los gobiernos europeos, especialmente en el ámbito militar para reconocer el territorio enemigo.
Las palomas fotógrafas se utilizaron en la Primera y Segunda Guerra Mundial en ambos bandos. Los alemanes y los franceses las introducían en territorio enemigo por medio de perros que las transportaban en cestas.
En los años 70, la CIA llegó a desarrollar una cámara con batería para usar con palomas espía, soltándolas desde un avión.
Hoy en día los drones hacen este trabajo de una forma infinitamente más eficiente. Pero hace más de 100 años, las palomas se utilizaron para capturar algunas de las primeras fotos aéreas.