Laura LozanoLa tensión crece en el norte de la provincia mientras las autoridades intensifican los operativos de vigilancia.
En el marco de la investigación por el triple crimen narco de Florencio Varela, la provincia de Jujuy reforzó los controles en la frontera con Bolivia. El objetivo es impedir posibles movimientos de los sospechosos que aún permanecen prófugos: Miguel Ángel Ozorio y Tony Janzen Valverde Victoriano, conocido como “Pequeño J”, señalado como autor intelectual del hecho.
El secretario de Seguridad, Juan Manuel Pulleiro, confirmó que la Policía de Jujuy mantiene las alertas activas en coordinación con Gendarmería Nacional y la Justicia provincial. “No tenemos información concreta de que hayan ingresado a la provincia, pero sí estamos atentos y con todos los recursos desplegados en la zona de La Quiaca”, indicó en declaraciones televisivas.
La vigilancia se intensificó luego de la detención de Lázaro Víctor Sotacuro, otro de los implicados en el caso. El operativo, realizado en Villazón en conjunto con la Policía Nacional Boliviana, se llevó a cabo tras tareas de rastreo en hospedajes y terminales. Según se supo, Sotacuro se había registrado en una empresa de transporte con su nombre real, lo que permitió seguir su rastro y capturarlo en una hostería cercana al puente internacional.
Tras su arresto, el acusado fue trasladado primero a la Seccional 17 de La Quiaca, luego al penal de Gorriti y más tarde derivado a Córdoba. Finalmente, durante el domingo, fue llevado a la provincia de Buenos Aires, donde quedó a disposición de la Justicia que investiga la causa. Mientras tanto, las autoridades jujeñas permanecen en estado de alerta máxima ante la posibilidad de que los prófugos intenten cruzar por la frontera norte.
Jujuy A Diario
Andrea M. Cabrera
