Los días 1 y 2 de noviembre son dos fechas importantes y representativas para las familias jujeñas, donde se conmemora el día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos, popularmente conocido como el día de las almas.
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Esta fecha también es celebrada en México, donde honran la memoria de sus fallecidos y se trata de una de las jornadas más importantes para este país, por este motivo, nos comunicamos con José Alfredo Torija Ortíz, es el Director de contenido de Líderes de Opinión MX para conocer acerca de esta cultura y compararla con la nuestra.
En la provincia de Jujuy, las familias jujeñas conmemoran el día 1 de noviembre la Solemnidad de Todos los Santos y el 2, el día de los Fieles Difuntos, colocando ofrendas en las mesas para las personas fallecidas, con formas de palomas, coronas, escaleras, cruces, rosarios, figuras humanas y animales; comidas regionales, golosinas, diferentes tipos de bebidas, cigarrillos, junto a las infaltables hojas de coca, se disponen en las mesas.
Durante todo ese día las puertas de las casas se dejan abiertas para que ingresen las personas que desean acompañar a la familia del difunto y saludar a las almas a través de rezos, cantos y afecto a la familia, así circulan de casa en casa.
Cabe señalar que cada una de las ofrendas tiene un significado:
- Paloma: simboliza el Espíritu Santo
- Cruz: representa a Jesucristo, protector de quien murió
- T´antawawas: panes con máscaras que representan al difunto
- Escalera: es el medio por el que los ajayus descienden del mundo de los muertos
- Caballo: transporta las ofrendas del difunto
- Llama: es el medio de transporte para las alma
- Bizcochuelo: masa dulce que representa en ataúd
En lo que respecta México, según señala José, de acuerdo al fallecimiento de la persona, es la temporalidad en la que las almas llegan, y el momento en que comienzan a ponerse las ofrendas: el 27 de octubre se conmemora la llegada de las mascotas, el 28 a los accidentados, el 29 a los ahogados, entre otros.
Hasta el 1 de noviembre, explicó que “las ofrendas son sencillas, se coloca un vaso de agua, pan de sal y sal, para que el alma de la persona pueda saciar su hambre y su sed, y purificarse con la sal, pero todavía no se realiza el banquete grande tradicional”.
Respecto a esta fecha expresó que “el Día de Muertos es una conmemoración que tiene que ver con la memoria, recordar a nuestros seres queridos que no están con nosotros, celebrar su vida”.
En este marco, también explicó que hay regiones en las que esta celebración es muy colorida, donde las familias van a los cementerios a adornar las tumbas de sus seres queridos, y pasar la noche del 1 de noviembre hasta el día 2, pero también en pueblos como Huaquechula, donde hay ofrendas blancas y muy altas, distintas de las que son conocidas a través de los medios y películas como COCO.
En cuanto a aquellas personas que fallecieron recientemente, en Jujuy el día 1, las familias suelen reunirse, colocar ofrendas en las casas de los deudos, relacionadas a cosas que al difunto le gustaba comer y beber, estas permanecen en la mesa principal y se levantan el día 2, lo que no “comió” el alma, es compartido con los presentes.
En lo que respecta a México, Ortíz destacó que, en muchas comunidades, especialmente en la de Cholula, se celebra la “Ofrenda del Primer Año”, donde ponen aquellas cosas que le gustaban al fallecido y muñecos en su honor, además de dejar abiertas las casas, “ironizamos entre la vida y la muerte”, explicó.
Finalmente destacó que “hay un sincretismo religioso muy importante en el país, que es lo que nos da esta riqueza cultural, pero no solo en México, sino en toda Latinoamérica, y es esta mezcla de tradiciones precolombinas indígenas con españolas, que nos hacen convertir la ausencia en presencia”.