La modelo e influencer volvió a ser noticia, esta vez por una confesión que causó más sorpresa y comentarios irónicos que empatía.
En uno de sus habituales viajes, Sofía Jujuy Jiménez reveló que siempre llora en los aviones porque, según ella, “mi elemento es el aire” y que en esos momentos “se siente más cerca de Dios”. La explicación, que parecía buscar un aire poético y profundo, terminó generando risas y burlas en redes sociales, donde muchos cuestionaron la sinceridad y hasta la coherencia del relato.

La emoción continuó con su llegada a París, un destino que había postergado “por esperar al amor de su vida”, hasta que una amiga le sugirió que el amor podía ser ella misma. Así, entre frases de amor propio y desbordes emocionales, Sofía compartió su viaje como si fuera una gran epopeya personal.

Sumado a esto, cuando le preguntaron cómo costea sus constantes viajes, la influencer explicó: “Trabajo desde muy chica. Me rompo el alma. Tengo mis ahorros. Trabajo en el medio y trabajo un montón… Como cualquier persona que labura, tengo el derecho a disfrutar y a gastarme la plata en algo que me guste. Si no fuera mi trabajo, igual disfrutaría viajar”.
Así, Sofía Jujuy Jiménez sigue acumulando seguidores y detractores, aunque esta vez la polémica no fue por un nuevo proyecto, sino por sus llantos a 10.000 metros de altura y una emotividad que más que conmover, provocó un curioso efecto “cringe” en las redes.