Jujuy se transforma en un escenario imperdible durante Semana Santa, ofreciendo una experiencia que combina tradición religiosa, riqueza cultural y paisajes andinos espectaculares.
En la Quebrada de Humahuaca, destaca Tilcara, donde las familias locales elaboran ermitas, cuadros artísticos que representan escenas de la pasión de Cristo. Estas obras, hechas con flores, hojas, semillas y tierra de colores, se exponen en las calles y son parte del Vía Crucis que se realiza el Viernes Santo, culminando con una procesión del Cristo Yacente.
En Yavi, la Semana Santa se vive con intensidad. El Viernes Santo incluye la adoración a la Santa Cruz, el descenso del Señor del Monte Calvario y procesiones nocturnas con el Santo Sepulcro y la Virgen María de los Dolores. El Domingo de Pascua se celebra con la Feria del Cambalache, donde se intercambian productos agrícolas y artesanales, acompañados de música tradicional.
En Humahuaca, el Encuentro de Arte y Fe reúne a artistas que modelan las estaciones del Vía Crucis en arcilla, mientras que en San Salvador de Jujuy se realiza la Tonada de Pascua, un evento musical donde copleros interpretan piezas tradicionales. Además, en la Plaza Hipólito Yrigoyen se expone una muestra de ermitas.
En la Puna, Tumbaya ofrece una experiencia única con el ascenso al Santuario del Abra de Punta, a 3570 metros de altura, para venerar a la Virgen de Copacabana. Este ritual, que combina fe y resistencia física, es uno de los eventos más destacados de la región.
Jujuy, con su diversidad cultural y religiosa, se posiciona como un destino único para vivir la Semana Santa, donde cada región ofrece propuestas que van desde lo espiritual hasta lo cultural, en un marco natural incomparable.