Este viernes 1 de agosto marcará el final de la denominada “Tasa Vial” en San Salvador de Jujuy, una medida que había generado amplio debate desde su implementación hace poco más de un año. El tributo, que aplicaba un recargo del 1,8 % sobre cada litro de nafta, gasoil y metro cúbico de GNC vendido en las estaciones de servicio de la ciudad, fue eliminado tras la decisión del Concejo Deliberante local, que derogó la ordenanza permisiva a fines de mayo y fijó como fecha de caducidad el último día de julio.
La Tasa Vial había sido impuesta a fines de mayo de 2024 como una herramienta excepcional de financiamiento ante el recorte de fondos nacionales, destinándose especialmente a obras de bacheo, reparación y pavimentación de calles y avenidas de la capital jujeña. Desde su entrada en vigor, la medida generó polémica entre vecinos, automovilistas y el sector comercial de combustibles, pues supuso un encarecimiento directo del precio pagado en surtidores.
Con la derogación definitiva, los precios finales de los combustibles en San Salvador de Jujuy deben reflejar una baja proporcional al impuesto que desaparece, un alivio especialmente esperado por los consumidores ante el contexto inflacionario que atraviesa el país. Las estaciones de servicio locales ya anunciaron que, a partir del viernes, los surtidores mostrarán importes sin el recargo extra, aunque se mantendrá la expectativa por posibles movimientos en el precio nacional de los combustibles.
El levantamiento de la Tasa Vial representa el cierre de un episodio impositivo que evidenció las dificultades de financiamiento municipal en tiempos de restricciones presupuestarias. En paralelo, reabre el debate sobre los caminos posibles para sostener la infraestructura urbana sin cargar en exceso a automovilistas y usuarios, mientras la comunidad espera que los recursos aportados durante el año de vigencia se vean reflejados en mejoras visibles en la red vial local.