La Cámara de Diputados de Salta aprobó una ley que prohíbe el uso de teléfonos celulares en las aulas, marcando un cambio significativo en la política educativa de la provincia. Esta decisión se enmarca en un esfuerzo por mejorar la atención y el rendimiento académico de los estudiantes, quienes a menudo se ven distraídos por sus dispositivos móviles durante las clases.
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La nueva normativa establece que los alumnos no podrán utilizar sus celulares durante el horario escolar, a menos que cuenten con una autorización expresa del docente a cargo.
El legislador Sebastián Otero, uno de los promotores de esta iniciativa, argumentó que es necesario restringir el uso de celulares en las aulas, dado que en los hogares no siempre se controla su uso. La medida busca fomentar un ambiente educativo más enfocado y menos propenso a distracciones digitales.
Además, se espera que esta regulación contribuya a la creación de un espacio donde los estudiantes puedan concentrarse mejor en su aprendizaje.
A pesar de la prohibición general, la ley contempla excepciones que permiten a los docentes decidir cuándo es apropiado el uso de celulares para fines académicos. Esto significa que, en ciertas circunstancias, los educadores podrán autorizar el uso de dispositivos móviles para actividades específicas relacionadas con el aprendizaje.
De esta manera, se busca equilibrar la necesidad de limitar distracciones con la posibilidad de aprovechar las herramientas digitales como recursos educativos.
La implementación de esta ley también incluye disposiciones sobre el almacenamiento de los dispositivos móviles. Se establece que las escuelas deberán designar lugares específicos donde los estudiantes deberán guardar sus celulares al inicio del día escolar. Esta medida tiene como objetivo evitar el uso no autorizado y garantizar que los alumnos estén completamente presentes durante las clases.
La aprobación de esta legislación generó diversas reacciones entre la comunidad educativa y los padres. Mientras algunos apoyan la medida como una forma efectiva de combatir la distracción en las aulas, otros expresan preocupaciones sobre la falta de comunicación y acceso a información que podría resultar de esta restricción.