El posible cierre del organismo genera incertidumbre laboral y preocupación por el mantenimiento de las rutas.
La decisión del Gobierno nacional de avanzar con el cierre de Vialidad Nacional encendió las alarmas en Jujuy, donde más de 120 trabajadores podrían perder sus empleos. Desde el Sindicato de Trabajadores Viales expresaron su preocupación no solo por el impacto laboral, sino también por el estado futuro de las rutas provinciales y nacionales. “Esto no solo afecta a familias jujeñas, sino a la seguridad vial de todos”, advirtió Oscar Machaca, secretario general del gremio.
Uno de los focos del conflicto está en el futuro del impuesto al combustible, una fuente clave de financiamiento para la conservación vial. “No sabemos qué hará el Gobierno con esos fondos. Hay un vacío que genera mucha incertidumbre”, explicó Machaca. En el caso de Jujuy, ya se suspendieron tareas de mantenimiento en tramos como la Ruta Nacional 40, afectando los ingresos provinciales y dejando caminos cada vez más deteriorados.
Desde la Federación del Personal de Vialidad Nacional, Julio Aralde también se pronunció en contra de la medida, calificándola como “un retroceso de 100 años”. El dirigente afirmó que desmantelar el organismo solo favorece la privatización del mantenimiento de rutas, con antecedentes negativos durante la década de los 90. “Si no hay inversión ni controles, las rutas se vuelven más peligrosas y los costos logísticos aumentan, afectando a toda la economía”, sentenció.
Tanto la federación nacional como el gremio en Jujuy adelantaron que continuarán visibilizando el conflicto y que ya analizan acciones legales para frenar la medida. “No vamos a permitir que se pierdan derechos ni que se desmantele una estructura que es clave para el país”, concluyó Machaca.