La policía reprimió por disturbios fuera de la cancha, el humo impidió seguir jugando y falleció un hombre de 57 años. El partido se suspendió.
Todo comenzó a los ocho minutos del primer tiempo del partido entre Gimnasia y Boca: los humos que dejaban los gases lacrimógenos con los que la policía reprimió disturbios afuera y en parte dentro de la cancha impidieron seguir jugando el partido. Ya los jugadores se cubrían con la camiseta hasta que Néstor Gorosito debió entrar a la cancha. Allí el juez Hernán Mastrángelo paró el juego, los futbolistas se fueron a los vestuarios y varios hinchas salieron del estadio.

La represión comenzó fuera de la cancha porque, aparentemente, hubo gente que se alteró porque se habían cerrado las puertas del estadio cuando tenían interés de ingresar. Eso ocurrió a las 20.45, según informó un plateísta, que estaba con un menor de edad. “Nos tiraron las vallas encima”, contó el hincha del Lobo.

Lo más grave: falleció una persona de 57 años, identificado como César Regueiro, de paro cardiorespiratorio. El individuo había perdido la vida camino, en ambulancia, al hospital San Martín. Según informaron algunos medios locales, es un individuo que jugó en las Inferiores de Gimnasia y en Villa San Carlos, otro club platense.
Según informó Eduardo Aparicio, titular de la Aprevide, había 10.000 personas que intentaban ingresar a la cancha. Además, aseguró: “Se investigará el accionar policial”.
Olé
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