Con más del 91 % de las mesas escrutadas en las elecciones legislativas argentinas, se empiezan a consolidar los primeros resultados oficiales que dan cuenta de un cambio significativo en la composición del Congreso. La Libertad Avanza (LLA) se impone como la principal fuerza política, alcanzando un 40,88 % del total de votos y asegurando 64 bancas en la Cámara.
El Frente de Todos (FP) queda en segundo lugar, con el 24,50% de los sufragios, lo que se traduce en 31 escaños. Este indicador revela un retroceso para esta coalición en comparación con procesos electorales anteriores, generando un nuevo panorama político que obligará a reformular estrategias y alianzas.
En tercer lugar, el Partido Unido (PU) obtiene un 5,12% de los votos, logrando cinco bancas en el Parlamento. Finalmente, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad (FITu), con un 3,71% de los votos, consigue tres bancas, manteniendo así su presencia parlamentaria, aunque con representación minoritaria.
Estos resultados anticipan un escenario legislativo plural y fragmentado, donde LLA emerge con fuerza pero sin alcanzar la absoluta mayoría, mientras que FP y las agrupaciones minoritarias deberán negociar para influir en las decisiones legislativas de cara a los próximos años.













