Faltan 42 días para que la Selección Argentina arribe en la cancha del Lusail Stadium para disputar ante Arabia Saudita el primer partido del Mundial de Qatar. Pero la preocupación invadió a todos los argentinos luego de que alguna de sus estrellas presentaran algunas complicaciones físicas.
Por un lado, Lionel Messi acumula dos partidos sin jugar por una sobrecarga en su gemelo y Paulo Dybala espera los estudios para conocer la gravedad de la lesión que podría marginarlo del torneo.
Y, como la gota que rebalsó el vaso, durante la jornada de Champions League: Ángel Di María abandonó el campo de juego con una dolencia en la parte posterior del muslo derecho. El Fideo picó a buscar una pelota en mitad de cancha durante el encuentro entre Juventus y Maccabi Haifa y en plena corrida se frenó, levantó su mano y se tomó la zona del problema.
Miró para abajo y al banco de suplentes con una marcada cara de preocupación. El cuerpo técnico que encabeza Massimiliano Allegri inmediatamente entendió lo que sucedía y lo sacó del campo de juego para que ingrese Arkadiusz Milik.
El futbolista de 34 años, que tuvo una serie de lesiones sensibles en distintos torneos de la selección argentina en el pasado, seguramente vio su mente dominada por esos malditos recuerdos. Todavía se desconoce la gravedad de la molestia que lo sacó del terreno en el primer tiempo del duelo y se espera que el club italiano emita un parte médico en las próximas horas para esclarecer el panorama inicial del cuadro físico que mantiene en vilo a Argentina.
Fuente: Infobae.