Desde el Vaticano dieron detalles sobre las causas médicas de su fallecimiento y su último deseo.
El Vaticano confirmó el fallecimiento del papa Francisco este lunes a las 7:35 de la mañana (hora local), luego de sufrir un derrame cerebral en su residencia de la Casa Santa Marta. El comunicado oficial, firmado por el doctor Andrea Arcangeli, responsable de la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado, detalló que el Pontífice atravesaba un delicado cuadro de salud desde hacía semanas.
Según el parte médico, el papa argentino padeció un episodio severo de insuficiencia respiratoria producto de una neumonía bilateral, a lo que se sumaron múltiples afecciones crónicas, como hipertensión, diabetes tipo II y bronquiectasias. El derrame cerebral fue el desenlace trágico de una situación que ya era clínicamente compleja.
Francisco, de 88 años, había sido internado a mediados de febrero en el hospital Gemelli de Roma por una bronquitis. Permaneció allí durante cinco semanas y, aunque fue dado de alta, su entorno sabía que su estado seguía siendo delicado. A pesar de ello, el Papa continuó con algunas de sus actividades, aunque en un ritmo mucho más pausado.
En su testamento, Jorge Bergoglio dejó un pedido simple y profundamente simbólico: que sus restos descansen en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma. Allí quería ser enterrado sin ornamentaciones especiales, solo con su nombre papal en latín: Franciscus. Una decisión coherente con el perfil austero y cercano que cultivó durante todo su pontificado.