Jujuy A DiarioEl enojo y los reclamos de los padres de los egresados 2025 en Jujuy se hicieron sentir con fuerza tras la suspensión y reprogramación de la esperada Cena Blanca debido a la fuerte tormenta que azotó gran parte de la región. Esta situación generó un gran malestar entre las familias, que expresaron públicamente su descontento por la falta de previsión y organización ante un evento climatológico anunciado por el servicio meteorológico provincial.
A través de una carta abierta difundida en redes sociales, los padres denunciaron la ausencia de protocolos claros y respuestas adecuadas frente a la tormenta, dejando a cientos de jóvenes expuestos a un escenario improvisado y sin resguardo. En el documento, remarcan que la lluvia no fue el verdadero problema, sino la falta de liderazgo y gestión profesional para garantizar un evento seguro y digno.
La carta también subraya el importante esfuerzo económico que realizan las familias para que sus hijos puedan celebrar este cierre de etapa, que incluye vestuario, preparativos y traslados. Este desembolso, lejos de ser un gasto opcional, es una inversión en un momento fundamental para los jóvenes que termina siendo minimizada por la mala organización.
Los padres expresan no solo bronca, sino tristeza y un profundo sentimiento de falta de respeto hacia ellos y sus hijos. Por eso exigen una revisión urgente y seria del formato del evento, así como la implementación de protocolos y medidas de seguridad que eviten la repetición de esta experiencia negativa. Reclaman transparencia, competencia y profesionalismo por parte de la organización para resguardar el bienestar de la comunidad estudiantil.
Carta abierta a la organización de la Cena Blanca 2025
“Los hechos ocurridos durante la Cena Blanca 2025 evidenciaron una grave falta de previsión y de capacidad operativa por parte de quienes tenían la responsabilidad de garantizar un evento seguro y digno para nuestros hijos. No fue la lluvia torrencial el problema: fue la absoluta ausencia de protocolos, respuestas y alternativas frente a una situación climática que, en nuestra provincia, jamás puede considerarse excepcional, sobre todo si estaba previsto en el servicio meteorológico. Esto no solo generó inseguridad, sino también desamparo.
Resulta inadmisible que, después de meses de planificación por parte de las familias y de un pago de una tarjeta destinado justamente a cubrir una organización profesional, se haya expuesto a cientos de jóvenes a un escenario improvisado, sin resguardo y sin liderazgo.
Las familias realizamos un esfuerzo económico significativo: vestuario, preparación, traslados y todo lo que implica este acontecimiento. No se trata de un “gasto opcional”, como se suele argumentar con liviandad; es una inversión que hacemos porque nuestros hijos merecen una celebración a la altura del cierre de una etapa fundamental. Minimizar ese esfuerzo es desconocer la realidad de la mayoría de las familias que, con sacrificio, acompañan este momento.Lo ocurrido no solo generó bronca: Generó tristeza y una profunda sensación de falta de respeto. Exigimos que la organización asuma la responsabilidad que le corresponde y que se garantice, de manera urgente, una revisión seria del formato, los protocolos y las condiciones mínimas de seguridad y contingencia.
Nuestros hijos merecen respeto. Las familias merecemos respeto. Y la comunidad merece una organización competente, transparente y preparada. Lo sucedido en la Cena Blanca 2025 no puede repetirse.”
Este reclamo pone en evidencia la importancia de una planificación meticulosa y de protocolos claros ante eventos adversos en Jujuy, donde las tormentas fuertes son habituales en determinadas épocas del año. La comunidad educativa y las familias esperan respuestas concretas para evitar que futuras celebraciones terminen empañadas por circunstancias previsibles y una organización deficiente.
Laura Lozano
Andrea M. Cabrera
