Con el frío instalado, las estufas se convierten en aliadas… o en amenazas silenciosas.
Las bajas temperaturas llegaron para quedarse en gran parte del país, y Jujuy no es la excepción. Con mañanas heladas y noches gélidas, muchas familias encienden estufas, braseros o métodos caseros para combatir el frío. Pero junto al calor artificial, también aparece un peligro invisible y silencioso: el monóxido de carbono.
Este gas tóxico se produce por la mala combustión de leña, carbón o gas. Lo peligroso es que no tiene olor, color ni sabor, por eso se lo conoce como el “asesino silencioso”. Solo en lo que va del año, más de 30 personas murieron en el país por intoxicaciones relacionadas, según fuentes médicas.
¿Qué síntomas provoca la intoxicación con monóxido?
- Mareos
- Náuseas
- Dolor de cabeza
- Vómitos
- Somnolencia
- Confusión
- Pérdida de conciencia
Si detectás alguno de estos signos y hay una estufa encendida:
- Abrí las ventanas ya mismo.
- Apagá los artefactos.
- Llamá al 107 o 911 de inmediato.
Consejos para calefaccionarte sin peligro
Lo que SÍ hay que hacer:
- Usar estufas de tiro balanceado.
- Mantener ventilación cruzada (una ventana abierta, aunque sea una rendija).
- Hacer mantenimiento anual a estufas y calefones.
- Instalar detectores de monóxido si es posible.
Lo que NO hay que hacer:
- Usar el horno o las hornallas para calentar ambientes.
- Tapar rejillas de ventilación.
- Dormir con braseros o estufas sin tiro balanceado.
- Improvisar con artefactos caseros.
Con la ola polar instalada, es clave cuidarse y cuidar a los demás. Calefaccionarse sí, pero con conciencia y prevención.