El Gobierno Nacional confirmó la designación de Diego Santilli como nuevo ministro del Interior, tras la salida de Lisandro Catalán. El cambio se enmarca en una serie de movimientos en el gabinete impulsados por el presidente Milei, quien busca consolidar su gestión en un contexto político cada vez más desafiante.
Santilli, conocido por su experiencia en gestión pública y su paso por la política porteña, asume en un momento clave, con un gobierno que enfrenta demandas sociales, económicas y políticas urgentes. Su llegada al Interior refleja la intención de Milei de reforzar su equipo con figuras que puedan aportarle estabilidad y buen desempeño institucional.
Este nombramiento no es el único cambio en el gabinete. En las últimas semanas, Milei ha anunciado modificaciones en varias carteras, buscando un perfil más alineado con sus políticas de liberalización y austeridad. Estas decisiones se interpretan también como una estrategia para fortalecer su entorno ante la cercanía de nuevos procesos electorales.
En paralelo, el oficialismo comienza a utilizar candidaturas testimoniales, es decir, postulaciones simbólicas para mantener presencia política en ciertos distritos sin disputar activamente el cargo. Esta táctica apunta a sostener la visibilidad electoral del oficialismo y asegurar el control en ámbitos estratégicos, sin comprometer recursos ni exponer a figuras clave en contiendas difíciles.
El cambio en el Ministerio del Interior, las variaciones en el gabinete y las candidaturas testimoniales forman parte de la dinámica política actual, que refleja las tensiones internas y la búsqueda de consolidación del poder en un escenario donde la agenda social y económica sigue siendo prioritaria. La figura de Santilli, esperan desde Nación, sea clave para enfrentar los desafíos venideros y para acompañar la estrategia política del presidente Milei en el tramo final de su mandato y en el camino hacia las próximas elecciones.













