El llavero trae gas pimiento, una manopla, linterna, una alarma, un kubotan metálico y una tarjeta navaja.
Atravesada por las situaciones de inseguridad, Tamara Pons, una joven de 21 años, de Lomas de Zamora, creó un invento que busca ayudar a aquellas personas, sobre todo mujeres, que se sienten inseguras a la hora de circular en la vía pública.
“El miedo más grande de mi mamá es que cuando salgo no vuelva a casa”, dice Tamara Pons, creadora de “Mamá Llegué”, un emprendimiento que ofrece llaveros de defensa personal pensados para que las mujeres puedan volver tranquilas a sus casa.
“La calle está cada vez más difícil, creo que todos notamos como aumenta la inseguridad, el acoso callejero, los femicidios, los asaltos u homicidios. Ante esta situación considero importante que todos tengamos la oportunidad de enfrentar el día a día sin miedo”, comenta la joven que tiene como lema “basta de no saber si llegamos”.
Tiene gas pimienta, una manopla en forma de gatito, una alarma (de 140db, audible hasta a tres cuadras), una linterna, un kubotan metálico (arma de defensa personal japonesa), un rompe cristal y corta cinto, y una tarjeta-navaja. Además de un pompón y una cinta decorativa de color a elección.
