El Ministerio de Seguridad evalúa alternativas para la detención de la expresidenta en caso de no otorgarse la prisión domiciliaria.
Mientras la defensa de Cristina Fernández de Kirchner insiste en que la exmandataria cumpla su condena en su departamento del barrio porteño de Constitución, el Ministerio de Seguridad Nacional, encabezado por Patricia Bullrich, trabaja contrarreloj para definir el sitio de detención en caso de que no prospere el pedido de prisión domiciliaria. La decisión fue requerida formalmente por el juez Jorge Gorini, quien instruyó al Ministerio a asignar una dependencia de las fuerzas federales “que cumpla con las condiciones adecuadas”.
Desde el entorno de Bullrich confirmaron que se barajan varias opciones, entre ellas, la Alcaidía de Mujeres ubicada en Palermo y un establecimiento de Gendarmería en Retiro, ambos cercanos a Comodoro Py. “Se está definiendo el dónde. En cualquier situación nos vamos a ajustar a los requerimientos de la Justicia”, aseguraron fuentes del ministerio. La situación genera expectativa tanto en el Gobierno como en el círculo kirchnerista, en medio de un clima político cada vez más caldeado.
La defensa de Cristina, encabezada por los abogados Alberto Beraldi, Ary Llernovoy y Gregorio Dalbón, presentó un pedido de arresto domiciliario, citando su comportamiento durante el proceso judicial y sus condiciones personales. Dalbón, quien se encuentra en La Haya para denunciar una presunta persecución ante la Corte Penal Internacional, fue tajante: “La situación suya dependerá exclusivamente del TOF 2. De ninguna manera depende de la ministra. No tiene competencia para inmiscuirse en el Poder Judicial”.
Además, la defensa planea llevar el caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en Washington D.C. “Vamos a hacer de todo para defender la figura de Cristina”, aseguró Dalbón. En paralelo, la movilización social se intensifica: para esta tarde se espera una multitudinaria protesta frente al Congreso, convocada por jubilados, sindicatos, movimientos sociales y organismos de derechos humanos, en rechazo al fallo judicial y al “ajuste económico”.
El clima de tensión se refleja en el operativo de seguridad montado en distintos puntos clave de la ciudad de Buenos Aires. Las inmediaciones de la Casa Rosada y del Congreso amanecieron valladas, anticipando una jornada con fuerte contenido político.