Las principales bolsas del mundo amanecieron teñidas de rojo, con caídas históricas que arrastraron también al petróleo y a las criptomonedas.
La jornada financiera de este lunes comenzó con un verdadero terremoto en los mercados de Asia y Europa, donde se registraron derrumbes bursátiles de hasta dos dígitos. El índice Nikkei de Tokio cayó un 7,83%, mientras que el Hang Seng de Hong Kong se desplomó un 13,2%. La tensión se profundizó en Taiwán, donde el Taiex sufrió el mayor descenso diario de su historia, con un impactante 9,7%.
En Europa, el panorama fue igual de sombrío. La apertura de la Bolsa de Fráncfort marcó una caída del 10% en el DAX, aunque más tarde logró recortar pérdidas. En París, el CAC 40 retrocedía hasta un 7%, mientras que en Londres, el FTSE 100 llegaba a perder más de un 6%. El temor a una nueva guerra comercial global —alentado por declaraciones de Donald Trump— encendió las alarmas en todos los rincones financieros del planeta.
El efecto dominó no se limitó a las acciones: el petróleo Brent cayó a 63 dólares por barril, marcando una baja del 30% en comparación al mismo periodo del año anterior. Las criptomonedas también sufrieron el embate: el Bitcoin se desplomó hasta los 76.000 dólares, su valor más bajo desde noviembre, tras haber alcanzado un récord histórico de más de 107.000 dólares.
En medio del caos, Donald Trump echó más leña al fuego con un mensaje en su red Truth, en el que celebró la implementación de aranceles: “Los aranceles ya están en marcha y da gusto verlo”, escribió. Su mensaje, lejos de calmar los ánimos, profundizó la incertidumbre en los mercados. Mientras los analistas ya hablan de un “lunes negro”, el mundo financiero contiene la respiración frente a un escenario que podría empeorar.