Su hermano Jesús habló desde la clínica y describió el impacto emocional y físico del cuadro que atraviesa la exboxeadora.
La salud de Alejandra “Locomotora” Oliveras continúa siendo motivo de profunda preocupación. A ocho días de haber sufrido un ACV isquémico, su estado fue calificado nuevamente como “completamente crítico”, según confirmó su hermano Jesús, quien se mostró visiblemente afectado y destacó que hay daños irreversibles en parte del cerebro de la exboxeadora. La campeona mundial permanece internada en terapia intensiva en el Hospital Cullen de Santa Fe, conectada a un respirador artificial.
“Ya tenía el cerebro muy afectado. El daño es irreversible, sobre todo en el tronco cerebral, que controla funciones vitales como la respiración y los movimientos involuntarios”, explicó Jesús en diálogo con TN. Con la voz entrecortada, el hermano de la deportista jujeña expresó: “Ella era una persona muy sana, no tomaba alcohol, siempre hacía actividad física. La verdad que no lo entiendo”.
En medio de la incertidumbre, la familia se mantiene unida y acompaña a Alejandra en su lucha: “Nos reunimos con los hijos, nos damos fuerzas y esperamos. Tenemos fe. Es lo único que podemos hacer: el día a día”. Jesús también recordó el vínculo que los unía dentro y fuera del ring: “Tuve la suerte de acompañarla en su carrera. Nunca vi una mujer con tanta fuerza. Éramos como el Quijote y Sancho Panza”.
Desde el hospital, el jefe de terapia intensiva, Néstor Carrizo, señaló que el cuadro neurológico es grave, pero que aún existe una fase de sostén clínico en la que se busca mantener el funcionamiento de sus órganos vitales. Mientras tanto, la comunidad del boxeo y el deporte argentino sigue con atención y cariño la evolución de quien fue una de sus máximas exponentes.