Las ventas de indumentaria volvieron a caer y las expectativas no son alentadoras.
La recuperación del sector textil volvió a frenarse en seco. Según el último informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), las ventas de ropa cayeron un 7,7% entre mayo y junio, comparado con el mismo período de 2024. El dato borra el tenue repunte que el sector venía registrando en los meses anteriores y pone en alerta a las empresas.
El escenario preocupa: el 77% de las firmas asegura que la falta de demanda es el principal obstáculo, mientras que el sobrestock de mercadería aumentó notablemente. También crecen los casos de empresas que no logran trasladar los costos a los precios finales, lo que deteriora aún más los márgenes y complica la sostenibilidad. El informe revela que más de la mitad de las compañías no pudo cubrir sus costos laborales con las ventas actuales.
La apertura de importaciones, la caída del consumo interno y los altos precios de la indumentaria nacional frente al exterior completan un combo difícil. En lo laboral, el 24% de las firmas ajustó su personal mediante retiros no reemplazados y un 18% reconoció despidos. Las expectativas a corto plazo tampoco entusiasman: solo el 14,5% cree que las ventas mejorarán en los próximos tres meses.
En este contexto, desde la CIAI advierten un “marcado deterioro” para lo que queda del año. Las perspectivas optimistas son cada vez más escasas, y el sector, intensivo en mano de obra, se enfrenta a una encrucijada entre sostener la producción o achicar aún más su estructura.