Juega en la categoría 2015 de Argentinos Juniors y se hizo conocido por usar el chupete durante los partidos.
Las redes sociales se enternecieron con las imágenes viralizadas de Ulises Joaquín Cáceres Martínez, un niño de 6 años que se hizo famoso por jugar al fútbol con chupete. Sí, el purrete que lleva la número 10 de la categoría 2015 de Argentinos Juniors, al que los shorts le tapan las rodillas y la camiseta casi le llega hasta las muñecas, no puede quitarse el vicio del mordillo incluso dentro de la cancha. Y, obviamente, ya adoptó el apodo “Chupete”.
Infobae dialogó con Ariel, su papá, que contó detalles de su particular hábito. “El chupete es fundamental para él. Sin el chupete no está tranquilo, no duerme… Como le dije al Profe de Argentinos, con el chupete juega mejor”, dice su padre de 26 años.
Ariel y Jorgelina se juntaron hace 11 años y antes de Chupete concibieron a Adriel, que tiene 10 años y ataja en las infantiles de Vélez (lo apodan Chimpa y tiene como referente a Lucas Chaves, el arquero de Argentinos). Hace un año y cuatro meses tuvieron a Melody, la más chica de una numerosa familia en la que el fútbol reluce como principal pasión.
El mini personaje empezó dando sus primeras patadas a la redonda cuando tenía 2 años y medio en el club Santa Clara, donde todavía juega al baby fútbol al igual que su hermano . Allí contó con un padre futbolístico como el profesor Walter, alias Mascherano, que completó el don de Ulises para el fútbol con los valores de respeto, humildad y compañerismo. Y desde hace un tiempo empezó a mechar su gusto por su deporte predilecto en la Liga Metropolitana A y B del Bicho de La Paternal.
Patea con la derecha, pero usa las dos. En cancha chica se pone la número 21 y en la grande le gusta la 9, aunque le dan la 10 y generalmente lo hacen jugar suelto en el ataque. Va rotando y experimentando: fue probado de lateral derecho y como extremo. “Tiene mucha energía, va y viene todo el tiempo. Y cuando la agarra en mitad de cancha, le da para adelante”, contó su papá, que otra vez detalló la debilidad por el chupete. “Antes usaba un collar en el que tenía 5 ó 6. Tiene un chupete abajo de la cama, otro en la cocina; por toda la casa hay. Sabemos que no lo recomiendan, por los dientes y el paladar, e intentamos sacárselo, pero no dormía, se la pasaba toda la madrugada despierto y tampoco comía”, explicó.
En un primer momento, los entrenadores de Argentinos le recomendaron que no se entrenara y jugara con el chupón en la boca por temor a recibir algún pelotazo o que se lastimara en alguna caída, pero fue su propio padre el que los alentó a que lo habilitaran a usarlo mientras jugaba porque así se sentía más cómodo. “No tiene vergüenza para nada de usarlo”, aseguró Ariel, que acompaña a sus dos hijos a las prácticas y partidos.
“El sueño de Ulises y Adriel es llegar a Primera. Siempre hablan de que se van a enfrentar y también de jugar juntos. Se desafían: uno dice que le va a hacer un gol y el otro que le va a atajar todo. Lo más importante para mí es que tengan en su cabeza la idea de divertirse”, relató su padre. Chupete recién ahora empezó a mirar más fútbol, pero lo que más le gusta es ver videos con los goles de Messi. Con tanto entrenamiento se domesticó, pero antes solamente quería jugar partidos, nada de esquivar conitos o trotar por alrededor de la cancha. Su faceta preferida es la de goleador y pasta no le falta…