La fiesta continúa: ¡se viene el Carnaval de Flores!

San Salvador de Jujuy se viste de fiesta una vez más para el tradicional Carnaval de Flores, una celebración emblemática que marca el cierre de las festividades carnestolendas en el barrio El Chingo.

Con más de seis décadas de historia, esta festividad se convirtió en un punto de encuentro obligado para quienes buscan vivir el carnaval con toda la energía, la tradición y el color que caracterizan a Jujuy.

Una celebración con identidad propia

El Carnaval de Flores se lleva a cabo el sábado siguiente al Carnaval Chico o Entierro del Diablo, funcionando como una despedida simbólica de la algarabía antes de la llegada de la Cuaresma. En este marco, los vecinos y visitantes se reúnen para compartir una jornada cargada de emociones, con música, baile y una de las tradiciones más llamativas del carnaval jujeño: la Bajada de los Disfrazados.

La magia de la bajada de los disfrazados

Uno de los momentos más esperados es la Bajada de los Disfrazados, un espectáculo único en el que los integrantes de la comparsa Los Alegres del Chingo descienden por la escalera principal del barrio luciendo trajes extravagantes y máscaras coloridas. Esta tradición, que invita a la risa y la diversión, simboliza el espíritu del carnaval: la irreverencia, la creatividad y el juego colectivo.

Antes de este evento central, el jueves previo se realiza la Chaya de Banderas, un ritual cargado de simbolismo en el que se pide por un carnaval próspero y se rinde homenaje a la Pachamama. Luego, el sábado, el carnaval toma las calles con el desentierro del Diablo en una cancha de básquet cercana al barrio, dando inicio a la fiesta que se extiende hasta altas horas de la madrugada.

Un cierre con emoción y tradición

El Carnaval de Flores no solo representa el último gran festejo de la temporada, sino que también encarna la dualidad de la fiesta y la nostalgia por su final. Con cada disfraz, cada copla y cada paso de baile, la comunidad de El Chingo reafirma su identidad cultural y mantiene viva una tradición que se renueva año tras año.

Para quienes buscan sumergirse en la esencia del carnaval jujeño, este evento es una parada obligada. Entre papel picado, harina y serpentinas, el Carnaval de Flores invita a celebrar la vida con alegría antes de despedir el tiempo de fiesta y dar paso a la introspección de la Cuaresma.