La empanada ya tiene su día mundial: ¿cuál es el sabor más pedido por los argentinos?

Este martes se celebra un clásico mundial con identidad bien argentina. Su origen es milenario, pero aquí encontró su lugar en cada mesa.

Aunque muchos la sienten como un invento nacional, la empanada tiene raíces que se hunden en la Antigua Grecia y viajaron hasta América Latina a través de la historia. Hoy, 8 de abril, se celebra su día en todo el mundo, y en Argentina no pasa desapercibido: cada provincia tiene su receta, sus condimentos y hasta su técnica para hacerla única.

La tradición de este plato atraviesa generaciones. Ya sea al horno o frita, de carne cortada a cuchillo o con rellenos vegetarianos, la empanada se consagra como uno de los alimentos más versátiles y queridos. En nuestro país, el consumo per cápita supera las 100 unidades al año, un número que revela el nivel de fanatismo por este bocado.

Según la Asociación de Pizzerías y Casas de Empanadas (Apyce), la empanada de carne encabeza el ranking nacional con un 28% de preferencia, seguida por la de jamón y queso (20%) y la de pollo (17%). Más allá del podio, las variantes regionales —como la tucumana, la salteña o la jujeña— cuentan con legiones de seguidores fieles.

Con el crecimiento del consumo, el país desarrolló incluso maquinaria especializada para su producción industrial: amasadoras, cortadoras de tapas y armadoras de empanadas que permiten fabricar hasta 120 mil unidades por día en una sola planta. Este nivel de desarrollo no solo abastece el mercado interno, sino que también ha permitido exportar la receta y su producción a distintos rincones del mundo.

Desde Buenos Aires hasta Berlín, las empanadas argentinas se abren camino con sabor a tradición y creatividad. Y hoy, más que nunca, se reivindican como embajadoras de nuestra gastronomía. Porque si algo une a los argentinos —más allá de las diferencias—, es esa media luna de masa dorada que guarda en su interior un universo de sabor.