La bebida fermentada, que tiene una antigüedad de casi dos mil años, gana cada vez más terreno dentro de las opciones saludables. Te contamos de qué se trata.
La kombucha es una bebida fermentada de receta milenaria, hecha a base de té, azúcar orgánica, hierbas y especias que se fermenta a través de Scoby (por sus siglas en inglés), es decir, un cultivo simbiótico de bacterias y levaduras que le aporta propiedades nutritivas.
Es una de las primeras bebidas fermentadas que aportan probióticos y antioxidantes, mejorando la digestión y el funcionamiento general del organismo. Además, es vegana, ecológica, sin gluten y sin pasteurizar, por lo que hay que conservarla siempre en frío.

En Argentina, un grupo de cocineros apasionados por los productos genuinos, la búsqueda de sabores y combinaciones nuevas desarrolló Aloja, su marca de Kombuchas. Entre ellos se encuentran Pedro Bargero, chef ejecutivo de Chila y Lucio Zibecchi, brewmaster kombuchero.
Juntos crearon una compañía de bebidas fermentadas artesanalmente. “Creemos en el potencial de los fermentos y deseamos una mejor alimentación para todos. Queremos poder ofrecer una opción de bebida nutritiva, saludable y que potencie nuestro organismo, una bebida viva”, explican.Te puede interesar
La hacen en tres sabores: Yerba Mate (con yerba mate orgánica, con secado método barbacuá), Cedrón, jengibre, hibiscus (con jengibre fresco, flores de hibiscus misionero y hojas de cedrón jujeño) y Café y Algarroba (a base de café 100% catuaí).

La kombucha tiene una larga historia, ya que se consumió durante más de 2.000 años. Según cuenta la leyenda, su origen se remonta al 221 a. C. cuando el emperador chino Qin Shi Huang ordenó a sus alquimistas que desarrollaran un elixir para mantenerlo joven y saludable.
Pese a ser una bebida de larga data, la Kombucha celebra su día hace apenas dos años, cuando en 2020 la asociación Kombucha Brewers International eligió el 21 de febrero para representar aquel “221” originario.
Los cinco beneficios de la kombucha
- Es una potencial fuente de probióticos. El proceso de fermentación produce ácido acético y varios otros compuestos ácidos, trazas de alcohol y gases que lo carbonatan. Además crece una gran cantidad de bacterias, entre ellas algunas bacterias del ácido láctico que pueden tener una función probiótica.
- Contiene antioxidantes. Especialmente cuando se prepara con té verde, la kombucha parece tener efectos antioxidantes en el hígado.
- Podría reducir enfermedades cardíacas. Algunos estudios mostraron que la kombucha podría mejorar en gran medida el colesterol LDL malo y el colesterol HDL bueno.
- Los mismos beneficios del té verde. Cuando la kombucha es realizada con este tipo de té, conserva sus beneficios como la mejora de los niveles de colesterol y el control del azúcar en sangre.
- Mata bacterías. Durante la fermentación de la kombucha se produce ácido acético (también presente en el vinagre), éste puede matar muchos microorganismos potencialmente dañinos.