El gobernador bonaerense celebró la victoria de Fuerza Patria y lanzó un mensaje hacia el futuro del peronismo.
El domingo por la noche, el búnker peronista en La Plata se convirtió en una fiesta política. Axel Kicillof fue el gran protagonista de la jornada tras confirmarse la amplia victoria de Fuerza Patria en la provincia de Buenos Aires. “La verdad es que nos sorprendió. Esperábamos ganar, pero no por esta diferencia”, admitieron en su entorno mientras los números oficiales mostraban 11 puntos de ventaja sobre La Libertad Avanza.

La estrategia de desdoblar las elecciones provinciales terminó siendo clave. Incluso dirigentes que en un principio dudaron de esa decisión reconocieron su impacto. “Con el diario del lunes te digo que fue una buena decisión”, sostuvo una referente del Frente Renovador, que compartió escenario con Sergio Massa y otros dirigentes que viajaron a acompañar al gobernador. La foto de la unidad buscó reforzar la proyección de Kicillof más allá de los límites bonaerenses.

En su discurso, el mandatario provincial no dudó en apuntar hacia la Casa Rosada: “El Presidente Milei va a tener que rectificar el rumbo. Espero que nos convoque, porque este es un triunfo de los bonaerenses para todo el país”. El mensaje fue leído como un intento de instalarse como referente de la oposición, con el aval de intendentes, la CGT, La Cámpora y gobernadores que lo felicitaron durante la noche.
Los resultados también fortalecieron al peronismo en la Legislatura: el bloque recuperó el quórum propio en el Senado y sumó dos bancas en Diputados. Sin embargo, la atención ya se posa en 2027. “Hay un proceso de repensar y reconstruir al peronismo para volver a ofrecer una alternativa nacional”, había planteado el propio Kicillof días atrás. La contundencia del domingo lo posiciona, al menos por ahora, como el dirigente con más futuro dentro del espacio.