Tomás Sesan de 23 años nunca se imaginó el presente que está viviendo. Hace ocho meses reside en Francia y dice que la clave está en “mandarse y estar bien predispuesto”.
Cuando egresó del colegio Del Salvador en el año 2015 ya sabía que iba a seguir la carrera de Ingeniería Industrial. A principios del 2016 ingresó en la Universidad Nacional de Córdoba y dos años después se empezó a interesar por las becas que la universidad tiene en el exterior.
Optó por seguir sus estudios en Francia luego de analizar distintas opciones. Desde entonces estuvo un año y medio estudiando el idioma. Recién en cuarto año (2020) pudo aplicar a una de las becas pero lamentablemente no quedó seleccionado. No obstante, lejos de darse por vencido dando muestras del carácter y perseverancia que lo caracterizan, decidió seguir intentándolo y en la segunda apelación quedó seleccionado.
Cuando por fin parecía todo encaminado para lograr su objetivo la pandemia sacudió al mundo retrasando seis meses su viaje. Recién en 2021 pudo emprender su vuelo y llegar a destino, más precisamente a la ciudad de Aix-en-Provence; lugar donde reside. Allí le quedan dos años más de formación profesional con la posibilidad de recibir doble título el de la UNC y el de la Universidad de Francia.
“Bebote”, como lo conocen sus amigos, si bien tiene momentos en los que extraña “el asado, eso es una de las cosas que más extraño de Argentina y obviamente a mis amigos y familia” está decidido a aprovechar al máximo las oportunidades y recursos que le ofrece el país europeo. El futuro ingeniero contó “son muy distintas a las que hay en Argentina”. Por esa razón no ve posible su regreso al país por lo menos en un futuro inmediato.
También insta a los jóvenes que se encuentran en una situación similar a la suya a seguir y probar suerte, aconseja “llegar y estar dispuesto a encarar de la mejor manera todo lo que pueda llegar a pasar”.
*Por Juan Luque especial para Jujuy a diario