Un diagnóstico reciente vuelve a poner al expresidente en el centro de atención y despierta mensajes de apoyo de todo el espectro político.
El expresidente de Estados Unidos Joe Biden fue diagnosticado con una forma avanzada de cáncer de próstata, según confirmó este domingo su equipo de prensa. La enfermedad, detectada tras consultas médicas recientes por síntomas urinarios, presenta características agresivas que obligan a un tratamiento intensivo y prolongado.
Los informes médicos señalan que el cáncer se encuentra en etapa 9 según la escala de Gleason, uno de los índices más altos en esta clasificación, y que ya muestra metástasis ósea. Esta condición implica un pronóstico delicado, aunque los especialistas mantienen una perspectiva esperanzadora gracias a la sensibilidad hormonal del tumor, lo que abre la puerta a diversas alternativas terapéuticas.
La noticia generó una ola de repercusiones inmediatas. Desde su sucesor en la Casa Blanca, Donald Trump, hasta la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Barack Obama, distintos líderes políticos enviaron mensajes de aliento, destacando el temple de Biden frente a las adversidades. “Joe es un luchador”, resumió Harris en un mensaje publicado en redes sociales.
El diagnóstico se da en un contexto complejo para Biden, quien meses atrás se retiró de la campaña presidencial 2024, en medio de cuestionamientos sobre su estado de salud y desempeño público. Su salida abrió paso a una candidatura encabezada por Harris, en un proceso que mantuvo en vilo al Partido Demócrata.
Biden, de 82 años, ha dedicado gran parte de su carrera a la lucha contra el cáncer, especialmente tras la pérdida de su hijo Beau en 2015. En 2022 relanzó el plan federal “Cancer Moonshot”, que busca reducir drásticamente las muertes por esta enfermedad para 2047. Hoy, ese compromiso se vuelve personal, en una batalla que, según su entorno, enfrenta con determinación y serenidad.