Tras ir perdiendo por dos goles, la selección argentina Sub-23 de Javier Mascherano logró igualar 2 a 2 en la última jugada en Saint-Étienne, gracias a los 15 minutos de adición que dio el árbitro del partido.
Mientras los jugadores celebraban haber podido empatar justo en la última parte, empezaron a caer botellas directo contra los argentinos y lanzaron una bomba de estruendo cerca de la posición del banco de suplentes.
Además, los hinchas de Marruecos invadieron el campo de juego. Todo esto forzó a al selección argentina a abandonar el campo de juego e irse a los vestuarios.
El partido se suspendió abruptamente de manera insólita, por fallas de la seguridad. Tras casi 30 minutos, se informó que el encuentro estaba finalizado.
Los jugadores se retiraron del terreno escoltados por la policía, tapándose la cara por la gran cantidad de cosas que les tiraban desde lo alto del estadio, y todo terminó en un verdadero escándalo.
A tal punto que los propios protagonistas no sabían si el encuentro había terminado o estaba interrumpido por incidentes. Finalmente, el sitio oficial de París 2024 dio el partido finalizado 2-2.
Fuente: Ámbito y Olé