Una decisión llamativa volvió a poner a Jésica Cirio en el centro de la escena, pero esta vez no por la televisión ni las redes.
En medio de una nueva tormenta mediática y judicial, la modelo y conductora Jésica Cirio sorprendió con una jugada inesperada: comenzó a vender ropa de lujo —tanto suya como de su expareja, el detenido empresario Elías Piccirillo— en ferias americanas del conurbano bonaerense. La noticia fue revelada por la periodista Fernanda Iglesias, quien aseguró que la venta no responde a un problema económico, sino a una decisión personal con múltiples interpretaciones.
Según trascendió, Cirio habría vaciado por completo el vestidor de Piccirillo y llevado las prendas a una vendedora de indumentaria importada de Palermo, que se especializa en ropa de marcas internacionales. Además, parte de su propio vestuario apareció en una feria de Benavídez, donde las prendas habrían despertado la curiosidad de quienes reconocieron piezas de alta gama en percheros comunes.

La exconductora de La Peña de Morfi no se pronunció oficialmente al respecto, aunque su entorno dejó entrever que la movida no está vinculada a una necesidad urgente de dinero. De hecho, Iglesias remarcó que Cirio “tiene plata”, pero decidió deshacerse de todo lo relacionado con su ex, quizás como forma de cerrar un capítulo marcado por escándalos.
Cabe recordar que Piccirillo fue detenido recientemente por una serie de delitos graves que incluyen secuestro coactivo, portación ilegal de arma y transporte de estupefacientes agravado. La exposición pública del caso salpicó también a la figura de Cirio, aunque ella se mantuvo al margen de las causas judiciales.
Mientras el debate en redes gira entre quienes apoyan su decisión y quienes la critican, la venta de su ropa se convirtió en un fenómeno curioso: una mezcla de moda, morbo y farándula en plena crisis económica.