Cuando baja la temperatura es clave tomar precauciones para calefaccionar nuestros hogares u otros espacios cerrados para evitar situaciones que pongan en riesgo la vida de las personas y de los animales.
El monóxido de carbono es una sustancia tóxica que ingresa al cuerpo a través de la respiración y su peligrosidad radica en el hecho que no es detectable a través de los sentidos, ya que carece de olor, sabor, color y tampoco irrita los ojos, ni la nariz.