Una de las funciones más usadas de la app cambió sus reglas y no todos salieron beneficiados.
Instagram volvió a sacudir a su comunidad con una nueva actualización que está dando que hablar. Esta vez, la modificación no pasó desapercibida: la herramienta de transmisiones en vivo —una de las más utilizadas por creadores de contenido— dejará de estar disponible para millones de cuentas. El objetivo, según Meta, es mejorar la seguridad y reducir el uso inapropiado de la función.
A partir de ahora, solo podrán hacer vivos los perfiles públicos que cuenten con más de 1.000 seguidores. Además, se sumó una restricción para los usuarios más jóvenes: los menores de 16 años necesitarán autorización de sus padres o tutores para poder activar esta herramienta.
La medida afecta especialmente a quienes están comenzando a crecer en la plataforma, ya que corta uno de los canales más directos de interacción con su audiencia. Desde la empresa explicaron que esta decisión forma parte de una serie de ajustes pensados para “proteger a los usuarios y garantizar un entorno más saludable”.
Las cuentas que no cumplan con los nuevos criterios recibirán un aviso claro: “Tu cuenta ya no cumple los requisitos para usar Live”. Mientras tanto, en redes no tardaron en aparecer quejas de influencers emergentes que ven en esta limitación una traba para su desarrollo.