Sin abrazos ni palabras, solo su perro lo acompañó en su último día.
Víctor Díaz trabajó durante más de once años en una estancia de San Vicente, Buenos Aires. Esta semana, tras ser despedido, grabó el momento en que abandonaba el lugar, visiblemente conmovido, con su bolso al hombro, la mirada baja y su fiel perro siguiéndolo paso a paso. La escena fue compartida por él mismo en TikTok y rápidamente se viralizó, generando un aluvión de mensajes de empatía y apoyo.
“Dije que no iba a llorar, pero veo a este perro y lloro”, expresó con la voz entrecortada. La imagen de ese adiós sin humanos, sin abrazos ni palabras de aliento, solo acompañado por su compañero de cuatro patas, conmovió profundamente a miles de personas que vieron reflejado en él no solo el dolor del desempleo, sino también el vínculo inquebrantable entre el trabajador y su animal.
Víctor no dio detalles sobre los motivos de su desvinculación, pero su relato permitió entrever una historia de esfuerzo, apego al trabajo rural y un final abrupto cargado de tristeza. “Pobrecito, él piensa que vamos a trabajar de nuevo”, comentó al ver cómo el perro lo seguía como cada mañana, sin entender que esa sería la última.
Los comentarios en redes sociales no tardaron en llegar: “Nadie me despidió cuando me fui de la estancia, solo un ovejero”, escribió un usuario. “Llevalo con vos, es tu compañero de vida”, comentó otro. La mayoría coincidió en destacar la entereza de Víctor y la fidelidad de su perro, pidiendo que alguien le brinde una nueva oportunidad laboral.