Una votación aplastante dejó al Gobierno sin aliados en la Cámara alta y abrió un nuevo frente de tensión con la Casa Rosada.
En una sesión que quedará marcada como un duro revés político para Javier Milei, el Senado de la Nación aprobó la ley que declara la emergencia de la salud pediátrica y de las residencias médicas en todo el país. La norma, que obtuvo 62 votos positivos contra apenas 8 rechazos, obliga al Ejecutivo a reforzar con fondos inmediatos al Hospital Garrahan y a todo el sistema pediátrico nacional, en conflicto hace semanas por la falta de recursos.
La votación mostró un tablero teñido de verde: kirchneristas, radicales, peronistas disidentes, senadores del PRO y fuerzas provinciales se unieron para empujar la medida, dejando en soledad al oficialismo libertario. El resultado no sólo refleja el creciente malestar social por los recortes, sino también la pérdida de aliados que el Gobierno supo cosechar en el Congreso durante su primer año de gestión.

El debate no estuvo exento de momentos cargados de emoción. El cordobés Luis Juez, del PRO, quebró su voz al recordar la atención que recibió su hija en el Garrahan y defendió el financiamiento al hospital: “No nos pueden robar la última esperanza que nos queda con nuestros hijos. Lo que necesite el Garrahan, se lo merece”. Testimonios como el suyo atravesaron de humanidad la discusión en un recinto generalmente dominado por tecnicismos fiscales.
La ley establece una recomposición salarial inmediata para médicos, residentes y trabajadores de la salud, exime de Ganancias las horas extras y guardias, y habilita la compra urgente de insumos críticos bajo mecanismos excepcionales. El oficialismo, que no logró exponer siquiera un orador en defensa propia, ya anticipó que Milei vetará la norma. Sin embargo, la abrumadora mayoría con la que fue sancionada abre la puerta a que el Congreso pueda revertir ese veto y mantener en pie una medida que, para gran parte del arco político, se transformó en una bandera social.