JUJUY A DIARIO

Gerardo Morales, a diez años del triunfo radical en un patriarcado justicialista

Este sábado 25 de octubre se cumplen diez años del triunfo de Gerardo Morales en las elecciones provinciales de Jujuy de 2015, cuando logró una histórica victoria para la Unión Cívica Radical (UCR) en una provincia que había sido un bastión peronista desde la recuperación democrática. Morales, con el Frente Cambia Jujuy, se impuso con el 58,31 % de los votos frente al 35,79 % del gobernador saliente Eduardo Fellner, marcando la primera derrota del justicialismo en Jujuy tras décadas de hegemonía. Esta alianza opositora incluyó partidos como el PRO, el GEN y el Frente Renovador, consolidando un frente plural que capitalizó el descontento con el peronismo local.​ Además de una pata Justicialista encabezada por su compañero de fórmula -y vicegobernador durante los dos períodos- Carlos Haquim.

La gestión de Morales comenzó con un fuerte compromiso en políticas de transparencia y austeridad en el manejo del Estado, además de un enfoque en la modernización administrativa y el desarrollo económico. Durante su primer mandato, que abarcó de 2015 a 2019, enfrentó grandes desafíos sociales y políticos, pero logró avanzar en infraestructura provincial y promovió inversiones para sectores estratégicos. La legislatura provincial, inicialmente bipartidista, acompañó en parte una agenda de reformas impulsadas desde el Ejecutivo.​

Gerardo Morales y Carlos Haquim

En 2019, Gerardo Morales fue reelecto gobernador con el 43,65 % de los votos, aunque con una caída significativa respecto a su primera victoria, reflejando un desgaste en su imagen y un peronismo más competitivo. Durante su segunda gestión, se enfrentó a una compleja realidad social y política marcada por la pandemia de COVID-19 y las tensiones derivadas de la crisis económica nacional.​

Uno de los episodios más notorios y conflictivos durante su gobierno fue el enfrentamiento con Milagro Sala, líder de la organización social Tupac Amaru y figura altamente influyente en Jujuy. Morales la denunció y reprimió con fuerza, calificando su liderazgo como un modelo de violencia, lo que derivó en una prolongada disputa judicial y social que polarizó a la provincia. Este conflicto exacerbó las tensiones sociales y generó un escenario en el que la protesta y el descontento crecieron en amplios sectores populares.​​

Además, Morales mantuvo una relación complicada con el expresidente Mauricio Macri, con quien tuvo divergencias y tensiones políticas, especialmente en la administración de recursos y políticas nacionales respecto a Jujuy. Su gestión debió navegar la complejidad de mantener alianzas dentro de la coalición Cambiemos mientras defendía intereses provinciales con autonomía, lo que generó roces públicos y disputas políticas.​

El conflicto social y el descontento contra algunas políticas económicas y sociales que afectaron a la población vulneraron el respaldo de Morales, erosionando su capital político. En los últimos años de su mandato, las protestas y manifestaciones sociales cuestionaron la sostenibilidad de su modelo y desgaste personal como líder provincial. Esta debilitación se reflejó en la derrota electoral y pérdida de influencia del radicalismo en 2023.​

La caída política de Morales en 2023, tras un ciclo de diez años en el poder, cerró una etapa compleja de gobernabilidad en Jujuy marcada por logros en modernización y apertura económica, pero también por un desgaste político y social significativo, que exhibió las limitaciones de su gestión para integrar consensos y sostener un gobierno estable en una provincia con fuerte tradición peronista y alta conflictividad social.​

El enfrentamiento con Milagro Sala marcó su primera gestión

El triunfo radical de Gerardo Morales en 2015 fue un hecho histórico que abrió una nueva era política en Jujuy, rompiendo un patriarcado justicialista. Su primera gestión destacó por consolidar un espacio político alternativo y avanzar en reformas provinciales. La reelección en 2019 confirmó su liderazgo, aunque con menor margen, y la segunda etapa fue más accidentada por el enfrentamiento con Milagro Sala, conflictos sociales y la tensión con sectores del macrismo. Finalmente, la crisis social y política culminó en una caída en 2023, marcando el fin de un decenio de gobierno radical en Jujuy.​

Este aniversario permite reflexionar sobre la complejidad de gobernar una provincia con fuertes raíces peronistas, sociales convulsiones y desafíos económicos. La gestión de Morales pintó un escenario de avance político para la UCR, pero también de contradicciones y tensiones no resueltas que influyeron decisivamente en la dinámica electoral y social de la región durante una década.​

En conclusión, el legado de Gerardo Morales en Jujuy estará marcado tanto por los avances políticos y administrativos como por las profundas disputas que atravesaron su mandato, reflejando la dificultad de gobernar en una región atravesada por la historia política y social argentina, donde el poder se disputa con intensidad y el cambio es siempre una tarea difícil y conflictiva.

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