Laura LozanoUn ataque aéreo israelí alcanzó la parroquia Sagrada Familia y dejó múltiples víctimas fatales.
Un nuevo bombardeo israelí en la Franja de Gaza provocó víctimas fatales y daños en uno de los pocos espacios religiosos cristianos que quedan en la zona. La Iglesia de la Sagrada Familia, única parroquia católica en Gaza, fue impactada en las últimas horas y dejó como saldo al menos dos mujeres muertas y seis personas heridas, entre ellas el sacerdote argentino Gabriel Romanelli, quien sufrió heridas leves en las piernas.
El ataque se produjo en el barrio de Zaytoun, uno de los sectores más castigados por los enfrentamientos recientes. Romanelli, conocido por su labor pastoral en medio del conflicto y por mantener una comunicación frecuente con el papa Francisco sobre la situación humanitaria, fue alcanzado por la onda expansiva y debió ser atendido de urgencia, aunque se encuentra fuera de peligro.
El Patriarca Latino de Jerusalén, cardenal Pierbattista Pizzaballa, confirmó los datos del ataque contra la parroquia católica y lamentó profundamente la pérdida de vidas civiles. A la par, se reportaron más bombardeos en distintas localidades de Gaza, con saldo trágico: siete miembros de una misma familia murieron en Yabalia, incluidos cinco menores, mientras que en otros puntos como Al Bureij, Rafah y Nuseirat, continúan los ataques con decenas de víctimas palestinas.
Las organizaciones humanitarias y medios internacionales siguen con atención la escalada de violencia, que no da tregua en la región. La destrucción de espacios religiosos y las muertes de civiles generan una creciente presión internacional para exigir un alto al fuego. En este contexto, la figura del padre Romanelli vuelve a cobrar fuerza como símbolo de resistencia espiritual y testimonio de una guerra que no distingue credos ni edades.
Jujuy A Diario
Andrea M. Cabrera
