En medio de un contexto económico crítico para millones de argentinos, el reciente aumento salarial aprobado en la Cámara de Senadores generó un estallido de indignación. Los senadores, quienes ya habían visto sus sueldos incrementados a 7 millones de pesos hace poco, ahora se enfrentarán a un alza que eleva sus ingresos a cerca de 9 millones de pesos en bruto. Esta decisión desató una ola de críticas, encabezada por el presidente Javier Milei, conocido por su estilo combativo y directo.
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Milei no tardó en expresar su descontento en un enérgico mensaje, calificando el aumento como una “burla” y una “traición al pueblo trabajador”. En su declaración, el mandatario recordó que los sueldos del Poder Ejecutivo han permanecido congelados desde el 10 de diciembre, y que él mismo renunció a su jubilación de privilegio, en un gesto que, según dijo, busca demostrar que “el esfuerzo lo tiene que hacer la política, no la gente trabajadora que paga los impuestos”
El presidente fue tajante al repudiar lo que calificó como un “vergonzoso aumento” y cuestionó la empatía de los senadores con los ciudadanos, quienes enfrentan las secuelas de la crisis económica. “¿Quién cobra 9 palos por mes? NADIE. Mientras millones de compatriotas se esfuerzan por salir adelante tras la catástrofe económica, la Cámara de Senadores debería tener empatía con los argentinos y no tomarles el pelo aumentándose el sueldo todos los meses”, exclamó con evidente molestia.
Milei advirtió que este tipo de decisiones tendrán repercusiones en las urnas, asegurando que “quienes han avalado estos atropellos a los trabajadores sufrirán las consecuencias cuando el pueblo se exprese mediante el voto”
Este fuerte posicionamiento del presidente refleja la creciente tensión entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo en un momento en que la situación económica del país exige, según Milei, mayor austeridad y solidaridad por parte de la clase política.