La Finalissima entre Argentina y España, duelo que enfrentará a los campeones vigentes de la Copa América y la Eurocopa, tiene fecha tentativa entre el 17 y 25 de marzo de 2026, meses antes del Mundial de Estados Unidos, México y Canadá. Sin embargo, hay una insólita condición que pone en duda la realización de este encuentro.
El principal problema radica en el calendario competitivo de España y su camino clasificatorio al Mundial 2026. La selección española debe disputar la fase de grupos de las Eliminatorias europeas de septiembre a noviembre de 2025. Si España termina segunda, deberá jugar el repechaje entre el 26 y 31 de marzo de 2026, fechas que coincidirían con la ventana FIFA para la Finalissima. Esto haría imposible que pueda disputar ambos compromisos simultáneamente.
Por eso, la realización de la Finalissima dependerá de que España confirme su clasificación directa al Mundial antes de decidir la fecha definitiva. En caso de que deba jugar el repechaje, el partido contra Argentina probablemente se suspenda o directamente no se juegue.
La AFA y la RFEF pactaron estas fechas en negociaciones que incluyeron a Conmebol y UEFA, pero aún deben definir la sede definitiva entre Sudamérica, Estados Unidos o incluso países asiáticos como Qatar o Arabia Saudita. Además, la cercanía temporal del Mundial genera preocupación en ambas federaciones por el riesgo físico que implica un partido de alto nivel justo antes del torneo más importante.
En resumen, la Finalissima Argentina-España está en un limbo que depende exclusivamente del camino clasificatorio de España al Mundial 2026. De no clasificarse directo y tener que jugar repesca, el partido muy probablemente no se dispute en las fechas previstas ni posteriormente. Esta inusual condición hace que el esperado duelo entre dos potencias del fútbol mundial corra serio riesgo de no concretarse.