El club de Caballito pide además otra oportunidad de ascenso y la suspensión del árbitro del partido, Nicolás Lamolina por un penal inexistente cobrado en el último partido.
Tal como había adelantado su presidente, Daniel Pandolfi, Ferro presentó el reclamo para que el partido con Quilmes, correspondiente a la vuelta de la semifinal del Reducido de la Primera Nacional, vuelva a jugarse. Lo hizo amparándose en el principio de “equidad deportiva”.
La nota no está dirigida al tribunal de Disciplina, sino al presidente de la AFA, Claudio Tapia y tiene otros dos pedidos: que se habilite otra instancia de ascenso para el club de Caballito y que se tomen las medidas institucionales ante el Colegio de Árbitros “para que hechos como el del lunes no vuelvan a suceder”. Es decir, pide algún castigo para Lamolina.
El árbitro admitió su error en declaraciones a ESPN y pidió disculpas a los hinchas y socios de Ferro tras cobrar un penal dudoso que lo dejó sin el sueño del ascenso.
La finalísima en Racing:
Mientras tanto, Quilmes anunció el proceso de venta de entradas para la finalísima por el ascenso contra Barracas Central, que se jugará el martes a las 20.10 en el estadio de Racing y con arbitraje de Darío Herrera.
Las gradas estarán colmadas por 15.800 hinchas.